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Tesis Puerta

Teoría para entender esta interna kirchnerista menor.

“Ser peronista es muy fácil y simple”. Para ser radical hay que estudiar, recibirse de abogado, hablar de la república. Para ser marxista hay que leer mucho. Mejor es ser peronista. “Basta con decir que se es peronista y automáticamente ya se lo es”. Tesis innovadora que eleva el pensador Ramón Puerta, El Presidente Breve. Peronista cultural que hoy participa del movimiento macrista. Pero dejar de ser kirchnerista y renovarse, es también fácil. La línea de razonamiento es similar. Aplicar la Tesis Puerta. Basta con tomar distancia de La Doctora para no ser más kirchnerista. La mera acción resulta suficiente para purgarse. Aunque quien se purga haya cobrado hasta el último sueldo de diciembre de 2015. Con vacaciones incluidas.

Revolución delictiva

Con La Doctora y Alberto Fernández, El Poeta Impopular, la Argentina iba a ser como Alemania. Lo sostenían durante la campaña de 2007. “Cristina, Cobos y vos”. Financiada por las droguerías indignas. Entonces La Doctora y Alberto traficaban la “superior calidad internacional”. Deliraban con el gobierno ideal. Sin el desfile cotidiano de la “marroquinería política”, ni retornos piadosamente espirituales. Sin el menor aroma a la irregularidad. Los inescrupulosos, con los dedos pegoteados por el membrillo, iban a quedarse afuera. Como Ricardo Jaime, Señor de los Subsidios, que tenía licencia de corso para recaudar. O el omnipresente Julio De Vido, El Pulpo. Alberto prometía cargárselos. Con el aval de La Doctora. Para marcarle la cancha a “estos dos giles”, y demostrar quién mandaba de verdad, antes que asumieran, Néstor, El Furia, ordenó: “Julio y Jaime se quedan”. Los constructores de la “superior calidad institucional” de Alemania debieron acatar. Comérsela. Claro que La Doctora ni imaginaba que, diez años después, la condecorarían como Jefa de la Asociación Ilícita. Acontecimiento en materia delictiva. La mafiosidad heredada. Para sorpresa póstuma de Capone y Dillinger. Tampoco La Doctora podía imaginar que Alberto, el ex Premier, en 2017 iba también a enfrentarla. Como jefe de campaña de Florencio Randazzo, El Loco, Ministro del Interior que se expandió entre la algarabía de los trenes.

El frepasito tardío

Capital legitimador. A La Doctora le queda la inapelable condición de candidata bonaerense. Deficiente como Líder, catastrófica como Conductora. Escasos atributos para el oficio técnico del armado territorial. No basta con consultarlo, según nuestras fuentes, a Tito Lusiardo, alias Juanjo Álvarez, quien justamente “armaba” para Néstor. Hasta que en el acto de severa irresponsabilidad, El Furia tuvo la insensata ocurrencia de partir. Ahora a La Doctora le responden los significativos mini-gobernadores. Relativamente dispuestos a dejar la marca PJ en la banquina, para acompañarla en el ampuloso Frente Ciudadano. Los mini-gobernadores conforman la verdadera columna vertebral del peronismo de Buenos Aires. Suplen, en la jerga, a los sindicatos. Le responden también peronistas culturales sueltos. Especialmente le resulta leal La Cámpora, invención del marido extinto. Grupo de incondicionales iniciado como Agencia de Colocaciones para fervorosos ganadores de sueldos. Controlado por Máximo, En el Nombre del Hijo. Complemento del combo, el doctorismo mantiene al frepasito tardío. Unidos y Organizados. Honrosos buscapinas que sellan el optimismo histórico con partiditos de goma. Los buscapinas le reservan a La Doctora el rol pendiente de líder antiimperialista, de protectora de los derechos humanos. Casi de izquierda. Para tormento de los izquierdistas de verdad. Austeros y hábiles como la señora Bregman, Del Caño o el eterno Altamira, Troskysta Académico. A los exponentes del kirchnerismo duro les cuesta aceptar la existencia del kirchnerismo disidente. Tan culposo como volátil. Lo encabeza Randazzo. Es quien planta el desafío que le genera desconfianzas y agravios. Derivaciones de la interna kirchnerista menor, que mantiene de rehén al peronismo cautivo. Se disputa, por suerte, sólo en la inviable Buenos Aires.

Mieles del vampirismo

La Doctora ocupa la centralidad en la adversidad. Significa que hablar de ella, bien o mal, atrae el interés. Es el regodeo de la masacre. Columnistas dominicales suelen sumergirse de cabeza en la destrucción literaria. La pulverización es reflejo del desprecio colectivo, insumo que sabe aprovechar Randazzo. Para recibir las mieles del efecto vampírico. Fortalecerse a través de la degradación de la ex jefa, que lo acompañaba a inaugurar vagones. Ahora es la rival. Aunque mantengan, según nuestras fuentes, ahorros en el mismo fondo de inversión. Hilos secretos que unifican la topografía de las Islas Seychelles con los rigores climáticos de Nueva Zelanda (nunca ampliaremos).

Otro renovador, al que La Doctora no quiere ver ni en fotografías, usufructúa la instrumental Tesis Puerta, para alejarse del mal kirchnerista. Es el ex Premier Juan Manuel Abal Medina, El Abalito. En 2011, El Abalito aspiró a figurar como vice. Pero por su tendencia natural hacia el error, La Doctora prefirió escogerlo a Amado Boudou, El Descuidista. Hay registros gráficos del abrazo triste de felicitación. Del Abalito al Descuidista. Cuando La Doctora había convocado en el anochecer de Olivos a los multitudinarios aplaudidores. Con asistencia perfecta. Se emocionó hasta Hugo Moyano, El Charol.

Enternecen los kirchneristas volátiles que se precipitan para aplicar la Tesis Puerta y clavar distancia del kirchnerismo duro. Como Domínguez, El Lindo Julián. Supo proyectarse como Presidente de la Cámara de Diputados. Al extremo de anunciar, en 2014, el objetivo presidencial. Con magnitud católica, El Lindo Julián impulsaba la idea alfonsinista de trasladar la capital hacia Santiago del Estero. Paulatinamente declinó las ambiciones hasta postularse como gobernador junto a Fernando Espinoza, Argentino Ledesma. Perdieron ante Aníbal, El Chapo Trucho, que hegemonizaba la concepción de lo maligno, acompañado por la tobillera electrónica de Sabbatella. Hoy El Lindo Julián aspira a ser diputado otra vez. Con Randazzo, su adversario íntimo de la Cuarta Sección Electoral. A esta altura, Lindo Julián tal vez sospeche que Randazzo lo va a postergar. Como corresponde. Para optar por la potencialidad juvenil del Bali Bucca, El Tinellista, mini-gobernador de Bolívar.

Final con Ángeles

El ángel del randazzismo se nutre de La Doctora que declina, refugiada entre el frepasito tardío. Consta que la animadversión, de la angelical clase media para arriba, es más redituable que nunca. Al alejarse se disuelven los pecados de complicidad por haber participado del esquema kirchnerista. Que era corrupto, en todo caso, desde el moisés.

Al aplicarse la Tesis Puerta, los randazzistas procuran redimirse ante la sociedad. Gratis. Sin recurrir, como Sergio, Titular de la Franja de Massa, a los ángeles morales de la señora Margarita Stolbizer.

Basta con apartarse de La Doctora para que mágicamente se borren las manchas de sopa.


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