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De Vido, el jefe

Más buitres que pingüinos

Al jefe de la banda le entró una bala más de la justicia. Vialidad Nacional denunció ante los tribunales, sobreprecios, adjudicaciones irregulares y fraude por 400 millones de pesos cometidos por el ministerio que comandaba Julio de Vido. Por eso le digo que al jefe de la banca le entró una bala más de la justicia. Vialidad Nacional detectó este perjuicio millonario en la obra que se realizó de manera totalmente irregular en Rio Negro.

Es vergonzoso. Escuche la información pura y dura: el mecanismo es el mismo que se utilizó en los casos de corrupción de Lázaro Báez. La fortuna era para reparar un tramo de 72 kilómetros de la ruta nacional 23. Ahora se descubrió que nunca se hizo licitación. Se comprobaron sobreprecios del 43 %. ¿Qué me cuenta? ¿Qué le hace una mancha más al tigre?, dirán algunos. Yo se lo dije en otra oportunidad y lo ratifico: Julio Miguel de Vido fue el jefe de operaciones del plan sistemático para saquear el estado mediante una asociación ilícita comandada primero por Néstor Kirchner y luego por Cristina. Esta es la principal conclusión que sacaron los fiscales Gerardo Pollicita e Ignacio Mahiques y por eso pidieron su declaración indagatoria. Es que el principal vehículo del robo, fue el direccionamiento de la obra pública con el consiguiente sobreprecio del cual el adelanto se transforma en coima o retorno, como a usted le guste llamarla.

Pero además de ser el jefe de operaciones, es decir el cajero, como bien lo bautizó muy tempranamente la doctora Elisa Carrió, fue el ministro garante de un silencio mafioso similar a la omertá. Por eso De Vido construyó en la justicia una coraza protectora para que nadie lo citara. Y aunque ese blindaje se rompió hace tiempo, De Vido sigue siendo un disciplinado engranaje al servicio de Cristina. Es verticalista en lo político y obediente en los negocios sucios. Es el símbolo de la obediencia debida. Muchos de sus compañeros de gabinete le dicen, mitad en broma, mitad en serio Obediencia de Vido.

Por eso ahora va a correr la misma suerte que Cristina. Si Cristina va presa, primero va a ir De Vido. Si Cristina se salva, el ministro que más tiempo acompañó a los Kirchner, también se salvará.

Hoy está parado en una ciénaga legal. Mas se mueve más se entierra. Es que todas las ollas que se destapan despiden el olor nauseabundo de la corrupción. Hoy está complicado porque su cuñado, el Claudio El Mono Minnicelli, está prófugo en una causa donde lo acusan de contrabando de contenedores. Una mafia que funcionaba en la aduana y en la cual el hermano de su esposa Alessandra está ubicado como lugarteniente del jefe de los corruptos, Oldemar Barreiro Laborda que se hacía llamar “El rey León”.

Pero eso no es todo. La novela negra con Andrea del Boca que fue solo la punta del iceberg de un sistema de triangulación para que se dinero de todos no tuviera los controles suficientes. El ministerio de Planificación le transfería millones a varias universidades que a su vez lo entregaban a productoras audiovisuales para que hicieran series de televisión. Un escándalo que involucra a muchos. Pero más grave fue el descubrimiento de la compra grosera del material tecnológico más sofisticado del país para hacer efectos especiales con 72 cámaras. Quemó 94 millones de pesos en ese curro tan inexplicable como que fue comprando originalmente por una ortopedia de un amigo de Río Gallegos.

De Vido es un individuo con cara de piedra para negar todo. Aprendió de los Kirchner que al principio lo maltrataban como si fuese un esclavo. Cuentan ministros del gabinete del gobernador Kirchner que alguna vez Néstor lo cacheteó en público y lo mandaba a comprar cigarrillos.

De Vido en su caradurez llegó a mentirnos descaradamente en la cara a todos los argentinos y decir que Josesito López, el de los 9 palos verdes y el monasterio, no era su mano derecha. Después se conoció el video que dice exactamente lo contrario: él lo presenta como su mano derecha. Es que de tanto mentir, se hace una gigantesca bola de falsedades que luego cuesta justificar. El archivo y la realidad los condena.

Resulta que Obediencia de Vido ahora se hace el payador perseguido. Repitió como loro el mismo verso de Cristina ayer. Que hay una persecución. Que la quieren proscribir. Por supuesto que presentó un escrito. Se negó a declarar porque no pueden responder preguntas. No pueden explicar lo inexplicable.

Por ejemplo la estafa brutal que hicieron en LAFSA la línea aérea pingüina que jamás voló en 10 años y, sin embargo, todos los argentinos pagamos los sueldos de 100 azafatas, 10 pilotos, gerentes, personal de rampa y empleados administrativos. Y eso que nunca tuvo aviones. Es el típico realismo mágico del ladriprogesismo de matriz santacruceña.

Ni Cristina ni De Vido son originales. Están atrapados sin salida y eso los preocupa demasiado. Por eso quieren tirar del mantel. Por eso no se bancan el funcionamiento independiente de la justicia ni de las instituciones republicanas. Necesitan debilitar hasta la asfixia al gobierno de Macri para salvarse de la cárcel.

El humorista Sendra definió a Cristina como “una imputada exitosa”.

El payador perseguido sabe de versos. El cajero sabe dibujar los libros contables y las facturas truchas. El gerente de compra de voluntades y licenciado en sobreprecios, coimas y retornos está jugado. Es tan grosero su comportamiento y su falta de escrúpulos que la mismísima María Luján Rey contó que quisieron comprarle su silencio en nombre de De Vido. Una semana después de que hubieran enterrado a Lucas Menghini Rey, atrapado entre vagones en el siniestro de Once, fue uno de los Olazagasti a ofrecerle trabajo, un auto o lo que quisiera para que se sumara a la complicidad del gobierno. María Luján Rey los echó de su casa. Los ladrones creen que todos son de su condición. De Vido está procesado por la muerte de 51 argentinos en esos trenes corruptos.

La Venezuela chavista fue otra puerta abierta a la delincuencia de estado de Julio de Vido. Desde Antonini Wilson hasta Claudio Uberti pasando por la compra de gas con sobreprecios y las bicicletas financieras con dólares bolivarianos negociados en el mercado negro. Julio de Vido está cada día más cerca del abismo. Su prontuario cada vez es más voluminoso y su libertad está cada vez más comprometida. El futuro de Julio de Vido está cada día más turbio. Está acosado por tres procesamientos de la justicia y embargos por más de 1.000 millones de pesos. Y seguramente esto es solo el comienzo de sus múltiples recorridos por tribunales. Un verdadero festival de corrupción del rey de la chequera que llegó a manejar la friolera de 740.560 millones de pesos.

Josesito López, Ricardo Jaime, dos de sus subordinados y Lázaro Báez, el principal beneficiado de obras públicas lo esperan en un pabellón de Ezeiza. Seguramente tienen mucho para conversar de los viejos tiempos donde el dinero brotaba de la tierra y de las privaciones de los argentinos más pobres. Por eso no me canso de decir que fueron mucho más carroñeros que simpáticos. Obediencia debida de la peor calaña.

Más buitres que pingüinos.


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