Milagro es Cristina
Al cristinismo le dicen “Glaciar Perito Moreno”: A cada rato tiene un desprendimiento. Este chiste que me contó un amigo peronista, como todo chiste, diría el compañero Freud, tiene una base de verdad.
Primero le quiero dar mi opinión. Sin pelos en la lengua y sin eufemismos.
La dictadura militar más sanguinaria de la historia Argentina comenzó el 24 de marzo de 1976 y fue un plan sistemático para la desaparición de personas que utilizó el terrorismo de estado y cometió crímenes de lesa humanidad.
La banda de Jorge Rafael Videla cometió todo tipo de delitos aberrantes. Algunos se siguen cometiendo aún hoy con los nietos desaparecidos a los que les robaron la identidad.
Esta es mi opinión pero, mal que le pese a Juan José Gómez Centurión, esta es la decisión de todas las instancias de la justicia. Es algo probado. Cosa Juzgada.
En Alemania, los que cuestionan la existencia del genocidio nazi son castigados por la ley. Se los llama negacionistas, como a un sector de los iraníes que no reconocen el Holocausto.
El tema de la cantidad de desaparecidos creo que se debe seguir investigando porque como todo fue clandestino y hasta hoy se mantiene la omertá del silencio por parte de los jerarcas militares, no descarto que con el tiempo se vayan descubriendo otras muertes y otros secuestros. Ni 8 ni 30 mil hacen más o menos monstruoso el genocidio cometido.
El presidente Macri sabrá lo que hacer con Gómez Centurión. Es su decisión. Mi humilde opinión es que yo no trabajaría con alguien con el que tengo una divergencia tan fuerte en un tema que es refundacional de la democracia que hoy tenemos. Y eso que reconozco que Gómez Centurión tiene fama de honesto y de eficiente en la gestión. Y tiene todo el derecho a expresar sus ideas. Pero no creo que alguien que no reconoce el horror más grande que padecimos pueda reconocer plenamente el valor de la democracia republicana. De hecho, Gómez Centurión se levantó dos veces en armas contra las instituciones con el movimiento carapintada. Eso, para mí, lo descalifica.
Algo más. Creo que los guerrilleros de Montoneros y el ERP que también le declararon la guerra a un gobierno democrático, fueron responsables de haber mandado a la muerte a miles de jóvenes y de haber acelerado las condiciones para un golpe de estado. Las muertes de un lado y del otro tienen el mismo valor. Repudio todo crimen. Apuesto a la resolución pacífica de los conflictos y no creo que ningún asesinato lleve a una sociedad mejor. De todos modos no igualo a ambos bandos. No creo en la teoría de los dos demonios. Jamás pueden tener la misma responsabilidad el foquismo armado que mataba policías y militares y el terrorismo que utilizó todo el aparato del estado para construir campos de concentración y tirar gente viva al mar o violar embarazadas.
Insisto: repudio todos los crímenes, los de Montoneros y los de los militares. Desprecio a los soberbios que se creían vanguardia del pueblo. No creo que hayan sido héroes porque sembraron de cadáveres el camino hacia el golpe militar. Y condeno, tal como lo hizo la justicia, a los que utilizaron el uniforme para desarrollar un plan de exterminio que Videla denominó: “Disposición final”, muy similar a la terminología de Hitler.
Ahora quiero hablar de Cristina y de Macri y su relación con la dictadura. Detesto la hipocresía y la cara de piedra de la ex presidenta que acusa a Mauricio Macri de pertenecer a una familia que se enriqueció con la dictadura.
Cristina mezcla medias verdades con medias mentiras y utiliza el tema para atacar al actual gobierno y para ubicarse ella en el lugar de la virtud.
Vamos por partes. En 1976 cuando comenzó el golpe, Mauricio Macri tenía 17 años y vivía en una nube de gas. Cristina tenía 23 y ya era militante de la Juventud Peronista que tributaba a Montoneros.
Busqué en todos los archivos y no pude encontrar una sola foto de Mauricio Macri con un militar de la dictadura. Si alguien la tiene, que la muestre. Néstor Kirchner si aparece retratado con el general Oscar Guerrero. Y en un rato lo voy a mostrar.
Pero es cierto que el grupo encabezado por Franco Macri pasó de 7 a 47 empresas desde 1973 hasta 1983. Hay que decir que el holding Macri compró en esa época el Banco de Italia y accedió a obras de magnitud como Yaciretá, el puente Posadas-Encarnación o la Central Termoeléctrica de Rio Tercero, entre otros jugosos negocios con el estado que había sido tomado por asalto por los dictadores.
Pero, también es verdad que Franco Macri utilizó sus influencias para salvarle la vida a dos secuestrados que iban derechito al matadero: Carlos Grosso que luego fue intendente de la Capital y Gregorio Chodos, empresario de la construcción.
De Cristina y Néstor no se puede decir lo mismo. Su estudio de abogados jamás presentó un habeas corpus por algún desaparecido, ni defendió a ningún preso político como si hicieron otros compañeros de militancia como el ex diputado Rafael Flores. Por el contrario, los Kirchner, tal como acusa Cristina a Macri, se enriquecieron durante la dictadura con la nefasta ley 1050 de Martínez de Hoz que asfixió económicamente a mucha gente humilde que no pudo pagar las cuotas hipotecarias. Los abogados exitosos se cobraron quedándose con 22 propiedades de estas personas. Esa fue la nada heroica tarea que tuvieron durante el terrorismo de estado. Ejercieron la codicia de los prestamistas y los usureros. Y ganaron sus primeros millones.
Muy entrada la democracia y con Kirchner como gobernador nunca hizo ni siquiera un misa los 24 de marzo en homenaje a los desaparecidos. Peor aún, ordenó que no se prestaran los edificios estatales para actos de ese tipo y que sus medios adictos los ignoraran. Hebe de Bonafini lo sufrió en carne propia. Néstor y Cristina se negaban a “provocar” a los militares que viven en esa provincia.
Pero hay muchos datos más que muestran la actitud, mitad complaciente, mitad cómplice de los Kirchner con la dictadura.
Alicia Kirchner fue vice ministra de Bienestar Social de la provincia durante toda la dictadura.
Carlos Hugo Muratore fue secretario general de Santa Cruz también durante toda la dictadura. Néstor lo designó ministro de Educación. También fue candidato a concejal en la boleta con Alicia candidata a intendente de Rio Gallegos.
Carlos Sánchez Herrera. En su primer gabinete como presidente, Néstor lo designó Procurador del Tesoro. Nada menos que jefe de todos los abogados del estado nacional a quien fuera abogado defensor de dos represores acusados de desapariciones y apropiación de niños: el general Juan Bautista Sasiaiñ y el médico del hospital militar, Norberto Bianco. Sánchez Herrera duró dos semanas en su cargo. Pero luego siguió trabajando como apoderado del gobierno de Santa Cruz como antes lo había hecho durante años con Kirchner. Es el hijo del general Juan Carlos Sánchez asesinado por Montoneros en 1972.
Gabriela Ciganotto fue presidenta del Banco Nación con Cristina y secretaria de Hacienda de Caleta Olivia durante la dictadura.
Dante Dovena, íntimo de Néstor, todo terreno, legislador y diplomático fue funcionario del ministerio de Desarrollo Urbano durante la dictadura.
Alberto Groppi, candidato a intendente del kirchnerismo en Esteban Echeverría fue intendente desde 1979 a 1983.
Carlos Tomada fue eterno ministro de trabajo de los K y además director de Relaciones Laborales de ELMA (Empresas Líneas Marítimas Argentinas) cuando la armada era conducida por Emilio Massera.
Eugenio Raúl Zaffaroni, hoy es el principal asesor jurídico de Cristina.
Arrancó su carrera jurando por los estatutos de la dictadura de Juan Carlos Onganía y posteriormente, fue designado por el terrorista de estado Jorge Rafael Videla y fue Juez Nacional en lo Criminal de Sentencia de la Capital Federal desde 1976 hasta 1984. Juró por el estatuto de los criminales de lesa humanidad. Por su despacho pasaron 120 habeas corpus de detenidos desaparecidos y no hizo lugar a ninguno.
Manuel López Lestón, tío político de Néstor fue su candidato a intendente en Río Gallegos en 1991 y había sido ministro provincial durante la dictadura del general Lanusse.
Del brazo de su cuñado, Armando “Bombon” Mercado, dirigente de los petroleros de Diego Ibáñez, el grupo de seguidores de Néstor y Cristina acompañó en un acto de desagravio a Rodolfo Fito Ponce, la mano ultraderecha de Ibáñez, dirigente del gremio de los elevadores de granos y uno de los pocos señalados por Raúl Alfonsín en su denuncia sobre la existencia de un “pacto sindical militar”. El tristemente célebre Fito Ponce en Bahía Blanca fue identificado como uno de los fundadores de la tenebrosa Triple A de José López Rega.
En su momento la revista Noticias reveló la foto de Néstor Kirchner con el general Oscar Guerrero (discípulo de Camps) en un acto por Malvinas donde reclamaron el diálogo entre los militares y “las fuerzas vivas”. Un año antes, en 1981, el matrimonio Kirchner había firmado una solicitada calificando el régimen como “estado de derecho”.
Estas pruebas documentan que Cristina y Néstor se enriquecieron más que Mauricio durante la dictadura aunque su padre, Franco los haya superado. Y no hay dudas que los K han tenido en sus gobiernos muchos funcionarios que antes lo fueron en distintas dictaduras. Menos hipocresía y más memoria es lo que uno podría pedir.
Los periodistas sabemos que los hechos son duros y las opiniones flexibles. (A.L.)