La Edad de Piedra nunca se fue del todo
El patrimonio pétreo sigue presente en las ciudades y forma parte de una riqueza cultural que hoy es objeto de abordajes multidisciplinarios en las universidades.
La piedra ha sido un material noble de construcción que atravesó los siglos y las más diversas culturas y pueblos de la humanidad.
Si bien reconocemos en las etapas primitivas del hombre una Edad de la Piedra, puede decirse que esta nunca terminó. Las ruinas griegas y romanas son un ejemplo del exquisito uso de la piedra en la construcción de templos, puentes, acueductos y otras obras civiles y militares del espacio urbano. La Muralla China, los dólmenes y menhires, las pirámides egipcias, las grandes maravillas de la antigüedad, tienen a la piedra en un lugar central.
En América las tres grandes culturas de los aztecas, mayas e incas dejaron portentos arquitectónicos construidos enteramente de las rocas que abundaban en las regiones que habitaron aquellos imperios extintos. Sacsahuaiman, Machu Picchu, Chichen Itzá son algunos de los ejemplos que deslumbran hasta nuestros días.
Claramente lo define la Real Academia cuando señala que el patrimonio histórico es el conjunto de bienes de una nación acumulado a lo largo de los siglos, que, por su significado artístico, arqueológico, etcétera, son objeto de protección especial por la legislación.
Nuevos paradigmas
A propósito, existe una nueva toma de conciencia sobre el valor histórico de la roca en la construcción y su conservación. La Universidad Católica de Salta lanzó hace algunos años la maestría en Valoración del Patrimonio Natural y Cultural, orientada a profundizar los conocimientos de los profesionales de todas las ciencias que aportan al rescate, planificación y gestión de dicho patrimonio.
Para ello propone una formación desde nuevos paradigmas conceptuales, metodologías y técnicas de la investigación que le permitan a los maestrandos abordar estos procesos con posturas y actitudes responsables para la toma de decisiones sobre la planificación y gestión del patrimonio natural y cultural.
Uno de los módulos, a cargo del suscripto, está relacionado al patrimonio natural, especialmente el paisaje geológico en su origen y evolución.
El norte argentino muestra una gran geodiversidad, que eleva su valor patrimonial paisajístico. Nuestras ruinas arqueológicas emblemáticas como la ciudad prehispánica de Tastil, pucarás como el de Tilcara, o las ruinas de Quilmes, por mencionar solo algunas.
Salta y su piedra
También la piedra ha quedado registrada en construcciones coloniales y poscoloniales.
El viejo casco céntrico de Salta tiene a la piedra como principal material de construcción. Algunos edificios se han conservado e incluso se han restaurado, dejando la piedra a la vista para realzar ese valor patrimonial. Otros edificios, donde la piedra juega un valor fundamental, sea en lajas de patios y veredas, o en los bloques que conforman las paredes, caen insensiblemente bajo el pico destructor de las empresas demoledoras, que los reemplazan por adefesios modernos de vidrio y cemento.
A los fines prácticos se analizó con los profesionales que cursan la maestría antes mencionada, la geoforma cerro San Bernardo, su constitución geológica interna, las rocas que la componen, el origen de esas rocas, la edad del levantamiento andino y los procesos erosivos que le dieron su aspecto morfológico actual; además de un punto emblemático como es el monumento al General Güemes, construido íntegramente con una roca cuarcítica rosada. Dicha roca proviene de la vieja cantera del cerro, hoy completamente cerrada.
Un análisis detallado permite ver que son rocas formadas en una arena de playa, en una plataforma marina, por granos de cuarzo y cemento silíceo, con restos de marcas de oleaje y de arenas entrecruzadas, con marcas de gusanos fósiles y de trilobites (cruzianas), las que se remontan a 470 millones de años atrás.
El monumento es un libro pétreo abierto para quienes tengan la inquietud de mirar con detenimiento los grandes bloques de roca que lo componen.
Desafío multidisciplinario
Un organizador apasionado del mundo patrimonial de la piedra es el Dr. José Sellés-Martínez, geólogo y profesor de la Universidad de Buenos Aires. Selles-Martínez ha entusiasmado a ingenieros, arquitectos, geólogos, arqueólogos, museólogos, conservadores, restauradores, coleccionistas y una amplia gama de profesionales interesados en compartir conocimientos, experiencias, proyectos y también problemas y dudas vinculadas al patrimonio pétreo de la Ciudad de Buenos Aires.
Para ello pone énfasis en un enfoque pluridisciplinario en el que lo científico, lo técnico y lo cultural se aúnan en la búsqueda de mayor conocimiento acerca del papel de la piedra en la arqueología y la arquitectura de los centros urbanos. Buscando que ofrezcan, entre otras cuestiones, respuestas a los problemas de reconocimiento, clasificación, conservación, prevención y restauración del patrimonio pétreo.
En tal sentido, el 16 y 17 de mayo de 2016 se realizará en el Departamento de Ciencias Geológicas de la Universidad de Buenos Aires un foro de comunicación e intercambio en el que el tema central será la piedra, presente en el patrimonio de la ciudad y las problemáticas asociadas a ella, cubriendo un amplísimo espectro que abarca, entre otras facetas, la identificación de tipos litológicos y proveniencia, medición de propiedades físicas, difusión de las técnicas aplicables para el estudio, la preservación, la conservación y la restauración, y otros temas de interés. Entre las conferencias a desarrollarse se tienen "Rocas ornamentales de la Argentina", a cargo de la Dra. Liliana Castro; "Las piedras como patrimonio de la ciudad: una mirada geológica", a cargo del Dr. José Sellés-Martínez; "¡Más duro que una piedra!: la arqueología histórica y el estudio de la lítica en Buenos Aires", a cargo del arqueólogo urbano Dr. Daniel Schavelzon; "La restauración de la piedra: un problema interdisciplinar", a cargo de la Prof. Patricia Riádigos; "Introducción a la identificación y descripción microscópica de rocas ornamentales", a cargo de la Lic. Ana Vrba, entre otros expositores.
En síntesis, una ciudad que se precie de tal debe cuidar y respetar su legado pétreo. (Fuentes: El Tribuno - www.oncediario.com.ar)