De buscas y derrotados…
La perinola de Urtubey: ¡Todo para mí!
A la luz del resultado de las elecciones Generales realizadas en Salta, quedó en evidencia que la estrategia electoral montada por el gobernador Juan Manuel Urtubey y su grupo de “bien aceitados” asesores y alquimistas políticos, estuvo centrada solo en una cosa: garantizarle un triunfo resonante primero a él y luego, si quedaba espacio, a las otras categorías como las de intendentes o legisladores provinciales y municipales.
Fue con ese objetivo y esa premisa como sus operadores comenzaron la construcción del escenario que alcanzara ese objetivo. Así vimos como de manera rápida y como hongos después de las lluvias, las listas apoyando la formula Urtubey – Isa, se inscribían en la Justicia electoral sin solución de continuidad. Los militantes y dirigentes pejotianos de base que con orgullo y discursos simples concurrían a los escasos medios de comunicación que le habrían espacios para que digan algo, se rascaban la cabeza y pensaban en voz alta: “Ché... ¿y estos, de donde salen, de adonde sacan guita para afiches y para pagar espacios en los medios?
La verdad es que provocaba pena ver y escuchar la inocencia con las que los militantes de todas las horas hacían tales preguntas. Orgullosos de su discurso de barricada peruca, reivindicando las 20 verdades peronistas, y convencidos que con lealtad, tiza y carbón todavía sería posible defender a Perón y a Urtubey e Isa, paisajearon por algunos programas y quedaron esperando que ese mensaje cargado de liturgia alcanzara para que el elector, sobre todo el peronista, rescatara la mística y a la hora de enfrentar a la computadora, pusiera el dedo en su foto y los eligiera.
“Pobres pánfilos”, hubiera dicho mi abuela.
Cuando las urnas se abrieron, descubrieron que su naif propuesta había sido superada por la estrategia diseñada por profesionales muy bien pagados que habían elaborado una jugada “genial” de la que ellos, los militantes de base y de todos los días, sin dudas, no formaban parte. La llegada a las generales de listas foráneas al PJ, pero adentro del tinglado frentista, los dejó con la boca abierta. “¿Y estos?”, se preguntaron…
Matías Posadas, Gonzalo Quilodrán, Jorge Crespo (EL Cura), Carlos Morello y otros, les habían hecho “pito catalán” y después de las PASO, ya marchaban con listas propias y con paso triunfal camino a la elección definitiva de Mayo. Vencidos y sintiéndose traicionados por su propio General y los Coroneles que se suponía los debían conducir en batalla para alcanzar la victoria, se encontraron de golpe con las manos vacías y lo que es peor, sin respuestas ante tamaña cantidad de interrogantes.
Allí se dieron cuenta, una vez más, que habían sido usados, “forreados” dirían otros, y que la única que les quedaba, si querían seguir en su partido, era tragar amargo, escupir dulce y seguir participando.
Descubierta la perversa estrategia cupular, los ideólogos de la maniobra comenzaron a buscar a quien culpar de tamaño timo, y no encontraron mejor idea que apuntar los cañones hacia el titular de la Comisión de Acción Política del Partido Justicialista, (CAP), Manuel Santiago Godoy, “El Indio”. El experimentado dirigente con la piel curtida de tantas batallas, esta vez no estuvo dispuesto a tragarse el rococo excedido de peso ni a cargar con tamaña mochila y sin patear el tablero, simplemente se limitó a decir: “Yo no fijo la estrategia electoral, simplemente la ejecuto”, con lo que dejó expuestos y en paños menores a los verdaderos autores de la maniobra que no son otros que el propio Urtubey y su estado mayor, compuesto por asiduos visitantes y plantas permanentes de su despacho grandbourgdiano, de sus autos y de su dormitorio de finca Las costas.
Ante los números obtenidos, la jugada quedó clara. “Aquí lo importante es que gane Juan (Manuel Urtubey) "y por cagada... lo demás no importa". Si tenemos que perder la Capital a manos de Durand Cornejo (Guillermo) no nos interesa siempre y cuando para gobernador lo voten a Juan (Manuel Urtubey)”, había comentado meses atrás de los comicios en una charla distendida en su despacho, uno de los principales hacedores políticos del Gobernador.
Allí, ya se había echado al barranco la suerte de cientos de militantes que salieron a pataconear las calles llevando la propuesta de modestos candidatos peruquianos que ignoraban que sólo serían parte del “maquillaje” electoral de esta elección trascendental Ahora, frente al escuálido resultado de votos conseguido por la otrora “formidable” maquinaria electoral peronista salteña, la totalidad de los “compañeros” deberán hacer un descarnado análisis sobre lo sucedido a fin de corregir errores.
El disciplinado Congreso pejotiano de Río Piedras realizado el sábado 23 de Mayo pasado, demostró que, por ahora, nadie se atreve a decirle a Urtubey y sus coroneles, en la cara, que esto que se hizo en la elección de Mayo fue un fracaso total o directamente una “cagada”.
No quedan dudas que el miedo, la genuflexión y el chupamedismo siguen rondando al menos por estas horas y estos días, la coqueta sede partidaria de calle Zuviría.
Mientras esto siga así, será ocioso e inútil que la dirigencia de base e intermedia del PJ salteño siga masticando bronca en los cafetines o en las esquinas e insultando por lo bajo a la conducción de su partido. Si quieren salir del pantano y comenzar a ser respetados y escuchados, deberán empezar a hacerlo por ellos mismos y decirle a quien corresponda, y sin pelos en la lengua: “Compañero, estamos hartos de ser forros, exigimos el respeto que como militantes nos ganamos en la lucha cotidiana en las calles”. Sólo así se podrá terminar con este busquerío oportunista que opera desde las sombras y gana bancas legislativas usando y bastardeando las banderas de Perón y Evita para quedarse con la parte del león, mientras que a los que siempre mantienen el alto esas sagradas banderas, sólo les queda mascullar odio, frustración y derrota.
Sobre el final, breve mensaje de despedida destinado a la dirigencia del Partido de la Victoria de la Capital de Salta: ¿Se habrán olvidado los muchachos de aquel dicho tan antiguo que dice; “No hay que calentar la pava para que venga otro y al final se tome el mate"?...