El Dios Jano en Salta
En su primera sesión del año, la Cámara de Diputados de la Provincia nombró miembros titulares y suplentes del Consejo de la Magistratura y Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados, recayendo tales designaciones en representantes del oficialismo exclusivamente, en abierta violación a los artículos 157 y 160 de la Constitución, los que claramente prescriben que debe existir representación de la mayoría y la minoría, a los efectos de garantizar la pluralidad y el control. Inmediatamente luego, el Senado, que no elige miembros en el Consejo, repitió el mismo criterio al designar los integrantes que le corresponden en el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados.
Para realizar esta elección ambas Cámaras consideraron que la mayoría le corresponde al Partido Justicialista y la minoría de Diputados al Partido de la Victoria, mientras en el caso del Senado interpretaron que ese lugar era un podio compartido entre dicha fuerza política y el Partido Renovador de Salta, al cual le adjudicaron como consuelo una suplencia.
¿Se puede ser al mismo tiempo mayoría y minoría, oficialista y opositor? La lógica indica que no, pero en Salta hemos llegado a tal grado de decadencia institucional que es posible lo contradictorio. Es que el oficialismo en su hegemonía se concibe a sí mismo como el dios romano Jano, una divinidad pagana caracterizada por poseer dos caras, las que mirando a lados contrapuestos representaban de manera simultánea el pasado y el futuro. Tal vez ese rostro de dos caras debería ser esculpido en el frontispicio del edificio que alberga a la Legislatura, porque según el criterio del oficialismo se puede ser al mismo tiempo mayoría y minoría, oficialista y opositor, es decir el llamado Frente Renovador de la Victoria lo es todo. En definitiva, en la segunda década del siglo XXI niegan la pluralidad que hace a la esencia de la democracia y pretenden reemplazarla por el "unicato". Lo acontecido pone nuevamente en evidencia la imperiosa necesidad de avanzar en Salta con una reforma política que nos permita construir una democracia de calidad.
En lo que a la Legislatura respecta, todo el oficialismo junto obtuvo hace escasos días el 44% de los votos, sin embargo controla más del 70% de las bancas en la Cámara de Diputados y el 90% de los escaños en el Senado. Ello es posible por un tramposo sistema que no respeta el principio de igual valor del voto de cada salteño, al penalizar con sub representación a los centros urbanos más importantes. Por esta razón la reforma debe garantizar que cada sector político tenga un número de legisladores proporcional a los sufragios obtenidos. Con equilibrio político, la Legislatura puede volver a ser un ámbito de debate y de construcción de consensos.
Volver a la tradición histórica de 177 años de un período en el cargo de gobernador sería otra modificación trascendente. El mejor antídoto contra la concentración de poder y la corrupción es precisamente la alternancia. Se requieren también reformas para garantizar la independencia del Poder Judicial. Por ejemplo es necesario dotar de estabilidad a los jueces de la Corte de Justicia, que hoy solo duran en sus cargos seis años.
Desde luego hay que integrar los órganos de control de manera plural, tal es el caso del Consejo y del Jurado antes mencionados y de la Auditoría de la Provincia, en la cual también se designó exclusivamente a oficialistas, en violación a la Constitución, con el objetivo de proteger a funcionarios que incurren en actos de corrupción. A dos años de la intervención al municipio de Salvador Mazza, muchos salteños todavía estamos esperando nos expliquen el alcance de las graves irregularidades allí acontecidas.
El 17 de mayo tenemos una elección decisiva.
Es importante que las fuerzas políticas se pronuncien si su propuesta incluye reformas para construir una democracia de calidad o por el contrario postulan una seudo democracia estilo Formosa o Santiago del Estero hacia la que hoy nos encaminamos.
La coalición "Salta nos Une" ha sido precisa en este aspecto y asumió el compromiso de reformar el sistema político, el oficialismo calla pero a través de sus actos demuestra hacia dónde va, mientras otros que juegan a la dispersión del voto opositor también con su actitud y silencio lo dicen todo. (Fuente: El Tribuno)
(*) Referente de la coalición “Salta Nos Une”