LA NACIÓN-Economía: EL DÍA DESPUÉS DEL TSUMANI DE MILEI Y EL "RAYO CRISTINIZADOR" SOBRE MASSA.
Triunfador, Javier Milei disparó ayer contra la casta política, los empresarios, los sindicalistas y hasta los que denominó "ensobrados del micrófono". Su visión de la economía que viene no tiene grises y eso complica el discurso de sus principales oponentes. (14 de agosto de 2023) Por José Del Río
LA NACION>Economía - Análisis El tsunami se produjo. Corría el mes de marzo cuando la frase “no hay que subestimar a Javier Milei” se escuchaba en dos lugares de pensamientos completamente antagónicos. Uno de los hombres clave en el armado de Patricia Bullrich vaticinaba que, cuanto peor estuviera la economía, más chances tenía él de capitalizar la bronca. La lectura que hacían era que el líder libertario seguiría avanzando en la medida que se desgastasen los precandidatos de Juntos por el Cambio en la campaña rumbo a las PASO y que la inflación carcomiera los bolsillos de los argentinos. La ola violeta superó al vaticinio: Milei ganó en 16 de los 24 distritos principales. Los mercados se desploman y la economía real busca nuevos precios de referencia. Desde el Frente de Todos esgrimían ese mismo argumento. “Si Bullrich tiene una buena elección, ella es un animal político y ya estrechó lazos de antemano con Milei. Eso siempre y cuando no terminen quedando ambos en la recta final”, resumía el ministro del gobierno de Alberto Fernández que debatió a puertas cerradas con algunos de sus socios políticos los escenarios posibles. Ahora ambos anticipos se convirtieron en realidad y los riesgos para las dos fuerzas son mucho mayores de lo que imaginaban en sus peores pesadillas. Alejandro Catterberg, titular de Poliarquía, resume en una frase la nueva perspectiva: “La sociedad argentina cambió y no es la de los últimos diez años. No es kirchnerismo versus antikirchnerismo. Eso quedó viejo. La ola de desencanto es lo que alimenta a Milei y, si esa ola sigue creciendo, puede convertirlo en presidente”. La fotografía de la elección es la más compleja para las dos coaliciones principales y su impacto en la economía es tan impredecible como lo fue la elección. Ninguna de las encuestas ubicó a Milei en torno a los 30 puntos. La más optimista estaba en 24 y la más pesimista, en 12. El internismo combinado con el reinado de los focus groups llevó a la política a hablarse entre sí.
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