Un ataque que confirma que el Papa está en un nido de víboras
Dublin.- No es novedad que el Papa se encuentra en un nido de víboras. Lo confirmó, una vez más, la carta firmada por el ex nuncio Carlo María Viganó, un prelado conservador que, como muchos otros, nunca vio con buenos ojos el pontificado reformista de Francisco.
Muchos vaticanistas creen que si escribió esas 11 páginas llenas de lodo y sin pruebas no fue por el bien de la Iglesia, como aseguró, sino porque se prestó a orquestar un nuevo ataque contra el papa argentino.
El nombre de Viganó no es nuevo en las intrigas.
En marzo de 2011, su caso hizo estallar el “Vatileaks”, el escándalo por la filtración de documentos reservados del despacho de Benedicto XVI. Fue él quien le escribió una carta incendiaria al entonces papa alemán, en la que intentaba echar por tierra una “conjura interna” en su contra. Tras denunciar corrupción en la curia romana fue enviado como nuncio en Washington, en un clásico mecanismo de promoveatur ut amoveatur del Vaticano: promovido para ser removido.
Desde entonces resentido, siempre aliado de esa facción muy ruidosa en los blogs que no digiere las aperturas de Francisco a los divorciados y a los gays, Viganó le tendió una trampa al Papa en su viaje a Estados Unidos, a fines de 2015. Fue cuando invitó a una recepción en la nunciatura a la líder anti gay Kim Davis, que aunque fue saludada fugazmente por el Papa, luego contó que había estado 15 minutos con él, algo que provocó revuelo. Tras ese incidente, Viganó, que soñaba con un birrete cardenalicio, vio truncada su carrera. Dejó de ser nuncio en abril de 2016 y aunque hubiera querido retirarse en una residencia en el Vaticano, su deseo no fue satisfecho.
El timing de su explosiva acusación contra Francisco y contra casi todos, no fue casual. Justo al final de un viaje difícil, cuando el Papa suele conceder una conferencia de prensa. Pero hay más dudas. ¿Por qué habló recién ahora, si era todo tan grave?
Según entendidos también es significativo que en la catarata de nombres que menciona como cómplices del encubrimiento no aparezcan personajes famosos por sus posiciones contrarias a Francisco, un Papa con muchos enemigos.