“Hay gente empeñada en desacreditar al Papa y a la Iglesia” advirtió Monseñor Héctor Aguer
Absurda “molestia” porque el periodismo denuncia con firmeza la aberración de los curas pedófilos
La Plata (Buenos Aires) (AICA): A través de una carta de lectores en el diario La Nación, publicada hoy viernes 19 de enero, el arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, expuso sus reflexiones respecto al tratamiento mediático de la visita pastoral del papa Francisco a Chile. En sus líneas el prelado manifestó la sospecha de que “hay gente empeñada en menoscabar la importancia del viaje pastoral del pontífice y en desacreditar a la Iglesia” y pidió que “acabemos de mirarnos el ombligo y dejemos al altísimo criterio de Francisco decidir cuándo vendrá a visitarnos”.
“Me sorprendió la coincidencia de comentarios y juicios expresados por medios de distinta orientación ideológica. ¿Descubrieron todos espontáneamente la verdad objetiva de las situaciones y de la enseñanza y actitudes del Santo Padre? ¿O debemos sospechar que hay gente empeñada en menoscabar la importancia del viaje pastoral del Pontífice y en desacreditar a la Iglesia?”, se preguntó el prelado, haciendo alusión a la centralidad que los medios dieron al tema de los abusos de menores por sacerdotes y religiosos. En su carta, el prelado advirtió la “intención anticatólica” de muchos periodistas que, según él, en su mayoría desconocen la naturaleza de la Iglesia y la observan “con prejuicios”. Finalmente, pidió que los argentinos “acabemos de mirarnos el ombligo y dejemos al altísimo criterio de Francisco decidir cuándo vendrá a visitarnos”.
Texto completo de la carta
He seguido con atención la cobertura periodística del viaje del papa Francisco a Chile. Me sorprendió la coincidencia de comentarios y juicios expresados por medios de distinta orientación ideológica. ¿Descubrieron todos espontáneamente la verdad objetiva de las situaciones y de la enseñanza y actitudes del Santo Padre? ¿O debemos sospechar que hay gente empeñada en menoscabar la importancia del viaje pastoral del Pontífice y en desacreditar a la Iglesia? En varias oportunidades Francisco ha afirmado que la Iglesia es perseguida. Destaco en las crónicas de estos días la insistencia en centrar la información en la penosa cuestión de los abusos de menores por sacerdotes y religiosos criminales, como el caso Karadima, sin subrayar que se le aplicó el severo protocolo establecido por Benedicto XVI. Lamentablemente, según la Justicia del país vecino, los delitos cometidos han prescripto. Algo semejante ocurrió en otros países: clérigos absueltos en tribunales penales han sido condenados por tribunales eclesiásticos. ¿Qué pretenden que hagan con aquel los obispos chilenos? ¿Que lo maten? Se nos ha indicado a los pastores una cuidadosa vigilancia para preservar a niños y adolescentes de esos ataques abominables. El periodismo ha reflejado una cierta opinión pública chilena contra el obispo de Osorno, sin conocer la rigurosa investigación que la Santa Sede, a través de las nunciaturas, practica respecto de los candidatos al Episcopado. En esto también se advierte la intención anticatólica de muchos periodistas. Observo que una mayoría de ellos desconoce la naturaleza de la Iglesia y la observan con prejuicios, con una mirada sociológica y política. También me han parecido desacertadas algunas notas firmadas por personas competentes que se supone que conocen bien su teología, y se han cebado en "internas" eclesiásticas reales o presuntas. Por último: acabemos de mirarnos el ombligo y dejemos al altísimo criterio de Francisco decidir cuándo vendrá a visitarnos. (Héctor Aguer)
Víctimas del mayor pederasta sacerdote chileno Fernando Karadima no callan y cruzan a Francisco:
"Lo que hizo el Papa es doloroso e inaceptable"
"Todo esto es muy grave. Creemos que finalmente revela un rostro desconocido del Pontífice y de gran parte de la jerarquía chilena. Durante años hemos luchado contra el abuso sexual y psicológico por parte de miembros del clero. Lo que ha hecho el Papa hoy es ofensivo y es doloroso. Y no sólo con nosotros. Si no también contra todos los que luchan por crear contextos menos abusivos y más éticos en lugares como la Iglesia Católica", sostuvo James Hamilton, una de las víctimas de Karadima.
Y agregó: "También confirmo que hay mucho por hacer. Es necesario que las palabras de perdón, vergüenza y dolor que ha expresado el Papa durante su visita se transformen en acciones concretas para erradicar de las filas de la Iglesia a todos quienes se han aprovechado de la asimetría de poder que les da su ministerio y han abusado sexualmente de niños, niñas y personas vulnerables. Y también a todos a quienes han encubierto activamente y pasivamente estos abusos. Es inaceptable lo que dijo el Papa Francisco. Es ofensivo para nosotros y para todos los que han sufrido abuso clerical".
Juan Andrés Murillo, otra de las víctimas del religioso pederasta, remarcó que el “papa Francisco desaprovechó una gran oportunidad: la de escuchar a la comunidad de Osorno y a quienes hemos afirmado que el obispo Barros había encubierto los abusos de Karadima”.
Fernando Karadima abusó contra menores mientras era sacerdote de una parroquia en un exclusivo barrio de Santiago en la década de los ochenta. No fue juzgado por tribunales chilenos ya que el delito había prescrito, pero el Vaticano lo acusó de abuso y lo condenó a "retirarse a una vida de oración y penitencia" en 2011, un año después de destaparse el escándalo.
Horas antes, antes de emprender vuelo hacia Perú, el Papa se había referido al caso de Barros, discípulo de Karadima: "El día que me traigan una prueba contra el obispo Barros, ahí voy a hablar. No hay una sola prueba en contra, todo es calumnia", dijo el Santo Padre.
"Nosotros y otros testigos hemos declarado la presencia del obispo Barros durante los abusos psicológicos y los abusos sexuales cometidos por el sacerdote Karadima. En la causa y gracias a múltiples testimonios, se sabe que los miembros de la comunidad de “El Bosque” (Osorno), estaban en total conocimiento de los abusos del padre Karadima. Siendo el obispo Barros tan cercano a él y durante tanto tiempo, sabía de los abusos. A pesar de esto, nunca denunció al sacerdote, ni por abusos de conciencia ni sexuales", explicó una de las víctimas.
Las víctimas también mencionaron una carta que envió el papa en 2015 a la Conferencia Episcopal chilena y que The Associated Press obtuvo y publicó la semana pasada, en la que el pontífice dice que contempló pedirle la renuncia a Barros y a otros dos obispos acusados de saber de los abusos cometidos por Karadima, además de darles un año sabático. Al final, el Vaticano no avanzó en el plan.