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¿Por qué no se sabe nada del crimen de Jimena Salas?

Es hora de que se sepa algo, porque “tiempo que pasa, verdad que huye”

La asesinaron de más de 40 puñaladas en el interior de su vivienda en Vaqueros. Está considerado, junto al las turistas francesas, como uno de los crímenes más aberrantes de la historia judicial salteña, sin embargo hay un hermetismo total en cuanto al caso. No hay detenidos, ni sospechosos, ni la más mínima pista.

El viernes 27 de enero alguien ingresó a la vivienda de Jimena Salas, en el barrio San Nicolás de Vaqueros y le asestó más de 40 puñaladas. No robó nada y al parecer la victima lo hizo ingresar, ya que el candado permanecía colgado en el portón.

Lo único que faltaba en el domicilio era un teléfono celular que luego fue encontrado sobre la ruta, el cual estaba destruido. Las dos hijas de Jimena estaban en el interior de la vivienda cuando sucedió el espeluznante suceso.

El crimen conmocionó a la tranquila comunidad de Vaqueros y al resto de la población salteña, ya que la joven de solo 44 años era conocida en la zona. Había cursado sus estudios secundarios en el IEM y era una persona muy cuidadosa. Según los vecinos nadie ingresaba a su casa sí no gozaba de la plena confianza de Jimena.

El horroroso crimen se perpetró cerca de la una del medio día, unos minutos después llegó su marido y se encontró con el macabro cuadro. Su mujer tirada en el suelo del comedor, en medio de un charco de sangre.

El marido Nicolás Cajal, tuvo una extensa declaración frente al fiscal de turno en feria, el abogado Rodrigo Miralpeix, a quien le tocó diligenciar las primeras horas de la investigación.

Hermetismo total

Hace exactamente un mes que se conoció la última novedad en el caso y la misma está relacionada a las declaraciones realizadas por una de las dos hijas de la víctima, una niña de tres años, quien fue sometida a Cámara Gesell.

Lo que llama poderosamente la atención es el hermetismo que reina en los pasillos del poder judicial. Si bien no hay un solo sospechoso, ni testimonios de algún vecino que haya visto algo, es imposible que con las nuevas y modernas técnicas forenses, las cuales se practican en los laboratorios del CIF en Salta, donde la tecnología hace punta, no exista el más mínimo indicio contando con que aquel día se colectó de toda clase de material genético.

A saber: sangre, pelos, sudor, saliva y todo lo que pueda haberse encontrado a minutos del crimen es material que gracias a las avanzadas técnicas pueden dar indicios seguros de la persona que cometió semejante aberración. Se esperaba que en unas horas se conocieran los resultados, pero ya pasó más de un mes.

En cuanto a las computadoras y celulares, son otros elementos vitales en la investigación, con los cuales los expertos pueden saber absolutamente todo, ya que un dispositivo de este tipo tiene almacenada toda la actividad referida a mensajes, llamadas, fotos o archivos que puedan aportar algo. Tampoco se sabe nada en cuanto a esos elementos de prueba.

Datos inquietantes y especulaciones

La victima conocía a su atacante, pero eso no significa necesariamente que sea parte del círculo familiar.

Sin caer en la especulación, se da por sentado, de que Jimena le abrió la puerta y lo hizo entrar. Por ende lo conocía y el hecho de que el violento episodio final sucediera en el comedor, significa que el atacante –o la atacante, tampoco se sabe si fue una mujer– gozaba de cierta confianza, ya que llegó hasta ese lugar de la casa y no la asesinó en la entrada.

Otro hecho que llama la atención es que el crimen se produjo cerca de las 13, pasado el medio día, es decir que es una hora en la cual la circulación de personas y la actividad en el lugar es casi permanente. Es muy difícil pensar que nadie haya visto ingresar a la casa de Jimena a una persona –o dos, tampoco se sabe si fueron más de uno–.

Según fuentes judiciales los antebrazos de la víctima “eran coladores”, de esto se infiere que luchó hasta el último segundo de su vida, por lo que también se hace difícil que nadie haya escuchado gritos. La vivienda no está ubicada en un paraje perdido en el valle.

Se realizaron marchas pidiendo el esclarecimiento del crimen o por conocer alguna información, pero el hermetismo es total.

Hace más de un mes que asesinaron de forma brutal a Jimena Salas y nadie dice nada. Si los investigadores saben algo es hora de que lo difundan, no es un secreto de Estado, es el aberrante crimen de una persona que tenía tanto derecho de vivir como cualquiera. Entonces es hora de que se sepa algo, porque “tiempo que pasa, verdad que huye”.

(Fuente: @victorsacca - www.muycritico.com.ar - Agenda abierta - Fotos: La Gaceta)


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