Coca Cola anuncia reincorporación de 31 empleados
Sin embargo aún quedan 20 despedidos
Salta Refrescos S.A., informó que como resultado de las sucesivas reuniones mantenidas con las autoridades de la Secretaría de Trabajo de la Provincia y los representantes de los trabajadores, el proceso de conciliación obligatoria continua avanzando positivamente y la empresa decidió dejar sin efecto, 31 desvinculaciones que habían sido comunicadas el 14 de Julio.
Esta decisión, llevará tranquilidad a muchos trabajadores y a sus familias.
El trabajo en el marco de la conciliación continúa activo, con el objetivo de encontrar en conjunto con las autoridades y la parte gremial, la mejor solución posible a este conflicto.
La noticia que conmueve es que aún quedan 20 despedidos
Sin quitar una coma, y a pedido expreso de la firma “Salta Refrescos S.A.” difundido a través de “Noticias NOA <noticiasnoa2015@gmail.com> reproducimos hoy el comunicado que con fecha 2 de Agosto se nos enviara, destacándose como dato no menor por cierto que el mismo no consigna firma alguna de alguna autoridad o representante de la empresa en la provincia, en la región, el país o en algún lugar del mundo donde sabido es Coca Cola refresca mejor.
Del texto mencionado surge que la poderosa compañía ha decidido en un acto que a todas luces considera como una generosa, solidaria y cristiana actitud reflejo por cierto de la hoy tan en boga “responsabilidad social empresaria”, “…dejar sin efecto, 31 desvinculaciones que habían sido comunicadas el 14 de Julio…”
¡Que suenen los clarines y que Papà Noel, el de uniforme del refresco mundial anticipe su venida y se imprima en las etiquetas y las publicidades…!
Ello, habida cuenta que la noticia, que por supuesto nada dice que los despedidos fueron 51, también es considerado un mérito del gobierno de la provincia, ya que la letra del comunicado no deja de resaltar en sus primeras líneas que el gesto de las 31 reincorporaciones (con el lacerante saldo de 21 familias condenadas a la desocupación) es “resultado de las sucesivas reuniones mantenidas con las autoridades de la Secretaría de Trabajo de la Provincia y los representantes de los trabajadores…”
Todo ello en el marco del “proceso de conciliación obligatoria que continúa avanzando positivamente…”
No concluye allí el informe que sus autores supondrán que quedará en los anales de las conquistas de los trabajadores y las mayores generosidades y comprensiones empresarias en tiempos de crisis, pues agrega: “Esta decisión, llevará tranquilidad a muchos trabajadores y a sus familias”
Y finaliza: “El trabajo en el marco de la conciliación continúa activo, con el objetivo de encontrar en conjunto con las autoridades y la parte gremial, la mejor solución posible a este conflicto”
Lo que los condenados –cabe el término- a la desocupación saben y la comentan como un dolido relato de su realidad, es que el trabajo que continúa activo es el de la producción… sin ellos. Tal vez “suplantados” por obligadas extensiones horarias y más posiblemente por “voluntarios” aportes de esfuerzos que los muestran, a los 20 –aún- ex compañeros” hasta como innecesarios… “prescindibles”… en aras de la rentabilidad que la empresa argumenta como perdida o cuanto menos gravemente resentida.
De ese pretexto fue que el cronista, como voz de los que generalmente no tienen voz, tituló una anterior nota sobre este conflicto laboral como “El día en que Coca Cola se empobreció en Salta” relacionándolo con una no lejana y rimbombante inauguración de ampliaciones en la planta de producción de la empresa donde sus inversiones y sus directivos fueron aplaudidos y felicitados por las más altas autoridades del gobierno justicialista de la provincia encabezadas por su titular Juan Manuel Urtubey y sus ministros, entre ellos, naturalmente el de trabajo. A quien hoy seguramente instará a redoblar esfuerzos a la luz de estos acontecimientos de impiadoso retroceso en lo social.
Ante estos hechos, que golpean la paz social, deben repetirse como un eco no imaginado en la memoria del gobernador y del conjunto de la sociedad, aquellos discursos no lejanos que proclamaban que con la inversión realizada en la embotelladora de múltiples productos además de la marca emblema Coca Cola, que Salta sería así la vanguardia y un engranaje fundamental en el desarrollo del pujante proyecto empresario multinacional.
Y esta mención a la injusticia y a lo impiadoso torna más que oportuna también la mención a la insistencia del Papa Francisco respecto al drama de la desocupación particularmente en su tierra natal.
Bien vendría que sus representantes por estos lares, amén de bendecir maquinarias de costos millonarios como sucedió en este caso en concreto, también acompañen las reivindicaciones de derechos sustanciales para la vida digna del ser humano como lo son la Paz, el Pan y el Trabajo. Hoy a todas luces vulnerados sin justificativos siquiera tolerables.