Rolando F. Poppi (1935-1983), el químico del litio salteño
Hoy es un lugar común escuchar hablar del litio. Y también de que los Andes Centrales contienen el 80 por ciento de las reservas mundiales de litio en las salmueras de los salares, en el llamado triángulo ABC, por Argentina, Bolivia y Chile. Sin embargo algunas décadas atrás la situación era muy diferente. Si bien ya el químico y geólogo Luciano R. Catalano (1890-1970) había advertido en la década de 1960 sobre el litio como una nueva fuente de energía, los primeros trabajos específicos en orden a evaluar científicamente un salar y poner en marcha su producción de salmueras, fueron realizados por los geólogos chilenos en la década de 1970 en el salar de Atacama.
Uno de aquellos estudiosos chilenos era el Dr. Guillermo Chong Díaz quién brindó una conferencia en la Universidad Nacional de Salta sobre el tema de los salares con litio. Allí estaban presentes el geólogo Dr. Antonio Igarzábal (1925-1997), y el Ing. Químico Rolando Federico Poppi (1935-1983). En una muy positiva sinergia académico científica, ambos investigadores decidieron encarar un estudio geológico y químico de los salares de la Puna Argentina en orden a averiguar el contenido y la tipología de sus salmueras, así como también el origen y evolución de las cuencas.
Este esfuerzo mancomunado daría sus frutos y hoy ambos científicos deben considerarse entre los pioneros en el estudio y descubrimiento de los salares con litio de la Puna. Junto a otros investigadores que contemporáneamente y desde la Comisión Nacional de Investigaciones Espaciales y desde la Dirección General de Fabricaciones Militares llevaron adelante estudios similares en la región. Entre ellos merece mencionarse a Hugo B. Nicolli, Alejo Brodtkorb, Jorge F. Kimsa, José M. Suriano, Miguel Ángel Gómez, Arturo J. Barros, Vicente Méndez, entre otros. Nos interesa rescatar aquí la figura del Ing. Rolando F. Poppi, santafesino, que había estudiado en la prestigiosa Facultad de Ingeniería Química de la Universidad Nacional del Litoral donde egresó como ingeniero en 1960.
La década de 1960 ha sido considerada como la de mayor crecimiento industrial de Argentina en el siglo XX. La siderurgia y la química se destacaban, no sólo por las inversiones tanto de capital extranjero como nacional, sino también por la incorporación de tecnologías. Aquel proceso de desarrollo convirtió al país en la mayor potencia industrial de América Latina, superando claramente tanto a Brasil como a México. A fines de aquella década, Argentina poseía indicadores económicos que la colocaban en un lugar destacado internacionalmente y que permitían augurar un gran futuro para los argentinos en general y, en particular, para aquellos ligados a la tecnología.
Téngase presente que en aquella época, la Facultad de Ingeniería Química de la Universidad Nacional del Litoral, era considerada de excelencia a nivel internacional y sus estudiantes y egresados eran requeridos por las empresas, con prioridad respecto a los de otras universidades. En este marco se había gestado la carrera de Poppi, al punto que apenas graduado recibió una oferta para trasladarse al Instituto Politécnico de Milán donde le tocó en suerte trabajar junto al Premio Nobel de Química, Dr. Giulio Natta (1903-1979). Natta fue galardonado con el Nobel junto al alemán Karl Ziegler, por su trabajo en el estudio de catalizadores para la polimerización estereoselectiva de polialquenos terminales, los llamados Catalizadores Ziegler-Natta.
En 1964 fue contratado por la Universidad Nacional de Tucumán para hacerse cargo de la cátedra de Procesos Unitarios. En el ínterin fue designado profesor visitante de la Universidad de Buenos Aires. Al crearse en 1973 la Universidad Nacional de Salta, por sus sólidos antecedentes académicos y de investigación Poppi fue nombrado profesor titular con dedicación exclusiva. Es importante destacar que le cupo un importante papel en la organización de la estructura de la carrera de ingeniería y la de la propia universidad al lado de otra figura que merece un sincero homenaje, el Ing. Roberto Germán Ovejero. También es importante señalar que desde Santa Fe había llegado a Salta un químico emérito, el Ing. Emilio Vergara. Luego se sumarían otros profesionales de aquella ciudad que enriquecieron a la naciente Universidad Nacional de Salta.
Poppi comenzó con sus estudios sobre catálisis, diseño de reactores y optimización de procesos. Se hizo cargo de cátedras sobre fundamentos de la ingeniería química. Fue dejado cesante por el gobierno militar y luego reincorporado. Una de sus mayores obras fue la creación el 27 de Noviembre de 1980, junto a un grupo de colaboradores, del Instituto de Beneficio de Minerales (INBEMI) a través de un convenio entre la Universidad Nacional de Salta y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Dicho instituto, hoy en plena actividad, se creó con la intención de desarrollar tecnología e interactuar con el sector productivo en el tratamiento de menas minerales, actuando en el ámbito académico, tecnológico, productivo y social de la provincia. Sus actividades se encuentran orientadas tanto en la faz pedagógica, de investigación, como de asesoramiento técnico en el campo del beneficio de minerales. Para ello cuenta con una planta piloto de tratamiento de minerales y laboratorios de análisis físicos y químicos.
Por otro lado la Biblioteca “Ing. Rolando Federico Poppi” de la Facultad de Ingeniería de la UNSa, lleva su nombre. Poppi era un hombre de contextura voluminosa, generoso en sus conocimientos, los que ofrecía sin retaceos. Trabajaba a conciencia y con gran dedicación. Apoyaba abiertamente la formación de sus discípulos en el marco de una férrea disciplina. Con el tiempo esos profesionales aprendieron a emularlo y admirarlo. Había formado escuela. Una escuela que perdura con decenas de profesionales que enseñan e investigan en el área de la ingeniería química y tratamiento de menas minerales, especialmente en el INBEMI. Además debe destacarse la dirección de tesistas y becarios, el dictado y dirección de cursos de postgrado, la participación en congresos nacionales e internacionales de la especialidad, el haber sido representante del CONICET en el Noroeste Argentino, entre otros múltiples aspectos de la vida académica.
Con respecto al litio, los primeros trabajos de Poppi se remontan a fines de la década de 1970. En la faz química trabajó junto a los ingenieros Ricardo Borla, F. Abán, A. Gadín, entre otros. Con el Ing. Horacio Flores estudiaron las menas de hierro hematítico de Zapla (Jujuy). Con el Dr. Igarzábal publicaron en 1980 un primer trabajo completo sobre el salar del Hombre Muerto y sus salmueras de litio en la revista Acta Geológica Lilloana de Tucumán (Tomo 15, Nro. 2). En 1994 se instalaría en aquel salar la empresa FMC-Minera del Altiplano que explota litio hasta la actualidad y lo procesa en sus plantas de Hombre Muerto y en la ciudad de General Güemes (Salta).
El Ing. Poppi estaba casado con la Prof. Gladys Salfity (hermana de la escultora Elsa Salfity) y era padre de un niño (Federico). Falleció en Salta el 15 de mayo de 1983, a los 48 años de edad, demasiado joven y cuando aún era mucho lo que podía aportar a la ciencia en Salta.