Adiós a Pedro González, apasionado de la política y el periodismo
El viernes 18 de Marzo de 2016, dejó de existir uno de los cuadros políticos más importantes de la política de Salta a lo largo de su historia.
Falleció Pedro González, un hombre que lo largo de su fecunda vida, dejó huellas importantes por cuanto fue un protagonista pleno, hasta el día de su partida, de todo el quehacer político de Salta y el país.
Tuve el honor de conocerlo, personalmente, hacia finales de la década del ’80 y me sentí tremendamente halagado que en reiteradas ocasiones me dijera que me consideraba su amigo y que le gustaba mi “pluma” periodística, mientras me pedía, humildemente, que por favor lo tuteara porque, decía, era así como se tratan los amigos.
De la mano de otros queridos amigos y periodistas, el ya desaparecido, Nelson Rojas Báez, “El Paraguayo”, y del aún en plena actividad, Alfredo “Bujía” Geréz, de llegar hasta ese estudio – santuario ubicado en calle Juramento 77, donde Pedro había establecido “su lugar en el mundo” junto a otros notables hombres de la política y las leyes como Manuel Pecci, “El Veneno”; Ricardo Reymundin, “Richard”; y otros personajes que protagonizaban y analizaban la política contemporánea en aquellos años de la incipiente Democracia recuperada.
Fue uno de los dirigentes que le dieron sustento al famoso “Grupo Reconquista”. Para algunos, la mayor expresión política de la provincia. Peronista total, no fue impedimento para que a su mesa y a su casa, no llegaran dirigentes de otros partidos a pedir y escuchar su sabia reflexión y su consejo.
Hombre de firmezas, enfrentó sin medias tintas y con fuerza a sus rivales en el mundo del peronismo provinciano y nacional.
Se comprometió totalmente en gestiones de gobierno en las que confiaba, como las de Hernán Hipólito Cornejo, por ejemplo, y criticó duro, a otras, como la de Roberto Romeroy también a las de su hijo, Juan Carlos.
En el plano de sus inquietudes como dirigente político pero sobre todo en su rol de ciudadano, recuerdo en una ocasión haber sido invitado por Pedro a tomar un café y “unos” whiskys, por supuesto, en su departamento de calle San Juan casi Pellegrini para charlar sobre política, obvio, y también para contarme de su inquietud por abrir un medio gráfico en donde se pudieran expresar aquellos que él consideraba tenían mucho para aportar, desde sus columnas o reflexiones, al crecimiento intelectual de la sociedad salteña.
Un tiempo después, nacía “Claves”. Su medio, su “hijo periodístico”, su orgullo.
Por esa publicación, pasaron todas las opiniones. De todos los partidos. De todos los colores y todos los temas.
Conocedor de lo que significaba y costaba poner un medio gráfico en el quiosko, cada vez que aparecía, y me tocó acompañarlo algunas veces, se detenía por largos minutos frente a ellos para ver a su “Clave” colgando de los piolines, ofreciéndose ante el posible lector.
La ya mítica “Mesa 10″ del Bar Tribunales, lo tuvo como uno de sus más conspicuos integrantes y será un lugar que a no dudarlo llorará su ausencia definitiva.
Cuando se supo la noticia de su muerte, una pena enorme se adueñó de sus amigos. Me encontré con algunos de ellos la noche del viernes. Manuel Pecci; Julio Argentino San Millán; Jorge Nelson Montoya; Antonio Lovaglio; Carlos Reynoso; Gustavo Cecilia; César Álvarez y otros, consternados, trataban de mitigar el dolor de su partida.
Se fue Pedro González. Pedrito, como lo conocían y lo querían los peronistas, y Pedro como le decían, con respeto, los radicales, por ejemplo.
Será una ausencia de esas que, mal para los que todavía no nos fuimos, dolerá y mucho.
Hasta siempre querido y respetado Pedro, hasta siempre…