Urtubey – Romero = Romero – Urtubey
El tiempo de la confrontación ha pasado.

El tiempo de la confrontación ha pasado. Aparentemente, llegaron los días de la concordia y las coincidencias. Juan Manuel Urtubey y Juan Carlos Romero, decidieron poner fin a las serias diferencias personales y políticas de estos años pasados y mirar hacia el futuro a través de los mismos ojos.
El mismo día en que se cumplían 40 años del secuestro y desaparición de quien fuera gobernador constitucional de la provincia de Salta, Miguel Ragone, el hoy gobernador y el senador nacional por Salta, se reencontraron para hablar de una agenda política y parlamentaria en común, pero sin dudas que su encuentro implicó mucho más que eso.
Sus desencuentros habían dividido a la mayor parte de los salteños en dos, sobre todo al peronismo, y significaron que los ataques, mediáticos la mayoría de ellos, ocuparan la mayor parte de la escena política provincial y también nacional.
Ambos, en el PJ vernáculo, habían recorrido el mismo camino.
Primero estuvieron y luego se fueron. Uno de ellos ya volvió, Urtubey, habrá que ver si ahora Romero, hace lo mismo.
Eso tan simple, como que dos personas se encuentran y charlan, adquirieron en esta oportunidad características especiales habida cuenta del presente que transitan ellos, la provincial y el país.
Este nuevo clima de diálogo, tolerancia y armonía que vive la República Argentina a partir de la llegada a la presidencia de Mauricio Macri, fue, según ellos mismos lo reconocieron, lo que hacía falta para dejar atrás viejos rencores y se comenzara a mirar hacia adelante con la idea de trabajar en forma mancomunada por una mejor calidad de vida para todos los salteños.
El senador nacional, durante los tiempos de campaña, ya había dicho en una entrevista que diera al programa “7 PM”, que éste Romero era distinto al que conocíamos. “Ahora me doy el necesario tiempo para escuchar”, enfatizó entonces, y este encuentro con el gobernador Urtubey muestra, de forma tangible, que éste es otro Romero.
Urtubey, por su parte, ya embarcado en la titánica tarea de acceder a la presidencia de la Nación en 2019, también entendió que lo primero que debía hacer si quería que su empresa avance a paso firme, era arreglar los problemas en el “patio de su propia casa”, para entonces caminar seguro a lo largo y ancho de la amplia geografía nacional llevando su imagen y propuesta.
Ambos se juntaron la tarde el viernes pasado y charlaron, dijeron, de una agenda parlamentaria de consenso que servirá para ir, codo a codo, a pedirle al amigo en común, Macri, lo que le hace falta a la provincia.
Si analizamos el peso político y personal específico de cada uno, nos podemos imaginar que cuando se destrabe el tema del pago a los holdouts y empiece a llegar plata fresca al país, muchas obras de infraestructura que se encuentran paradas en la provincia, adquirirán un renovado ritmo y finalmente se terminarán.
Los dos hablaron de la autopista Gral. Güemes - Rosario de la Frontera; Pichanal – Orán y otras, como así también de la construcción de viviendas, entre varios otras necesidades ya impostergables.
Siempre, el salteño humilde, el que no vive del Estado ni hace vida en las unidades básicas, supo que si ambos trabajaban juntos y sin mezquindades pequeñas, los salteños serían beneficiados ampliamente.
Ese momento, lejano al parecer hasta hace tan sólo unos cuantos días, quedó atrás y muchos salteños, de a pié, esperan ahora que esta nueva etapa de diálogo y entendimiento se afiance y consolide.
Si bien este hecho fue recibido con optimismo por buena parte de los salteños, en el “mundo PJ” la cosa fue diferente.
Para ciertos militantes de los dos “bandos” que “talibanizaron” la ruptura, la noticia del encuentro les cayó “como un balde agua fría”.
“¿Y ahora de qué nos disfrazamos”?, dijeron, refiriéndose a que ya había que guardar la “munición” gruesa que vinieron acumulando en estos años pasados.
Toda la “artillería stoqueada”, deberá seguir así y eso, a los más fanáticos, no les gusta y ensayan una especie de “lucha en solitario”, sin darse cuenta que podrían quedar aislados, ya se comenzaron a transitar otros tiempos políticos en su partido y la provincia.
El reencuentro, tiene un alto contenido político y cambió, aunque haya quienes pretendan ignorarlo o minimizarlo, de forma radical, la agenda que viene.
Habrá que ver, en el corto y mediano plazo, las consecuencias que esto trae aparejado y es de esperar que sea para el bien de todos, absolutamente de todos, los que viven por estos lares.
El recordado periodista santiagueño ya desaparecido, Francisco “Paco” Cenice, de haber vivido, seguro que habría dicho ante la reunión entre Urtubey y Romero: “Hummm, reunión de pastores, mortandad de ovejas”.
Esperemos que el encuentro de estos dos grandes “pastores”, no signifique una nueva mortandad de ovejas en los valles de Salta, por estos días en que, otra vez, asoma la renovación en el peronismo, similar a la que ocurrió en 1983, luego de la derrota de Ítalo Argentino Luder a manos de Raúl Alfonsín.