Emilio Monzó: "El PJ es el partido más inteligente de América, se va renovar con figuras como M
El presidente de la Cámara de Diputados de la Nación y fuertes definiciones políticas de cara al futuro.
Una suerte de “Chueco” Mazzón del macrismo. Así podría definírselo al operador político más capaz que tiene hoy por hoy el partido del Gobierno de Mauricio Macri, Cambiemos.
Desde el inicio de la larga campaña que llevó al ex jefe de gobierno porteño y ex titular del exitoso club Boca Juniors a la primera magistratura, el peronista Emilio Monzó fue uno de los artífices políticos de cuanto consenso se pudo tejer con los sectores peronistas, disidentes de la ortodoxia K desde el balotaje hacia atrás primero, y con los que inmediatamente después de la derrota pegaron el portazo a la conducción de Cristina Kirchner.
De larga militancia en el peronismo, Monzó admite que entre “compañeros” se mueve como pez en el agua. Fue uno de los artífices del quiebre del FPV y del acuerdo con el FR massista para conseguir los votos que –asegura- ya tiene en pos del quórum que sí o sí Cambiemos necesitará en la Cámara Baja a partir de marzo.
En diálogo con el colega Eduardo Van der Koy (Código Político – TN) Monzó analizó punto por punto el actual panorama político nacional, pero puso particular énfasis en su partido de origen, del que emigró en 2009 por disidencias con Néstor y Cristina Kirchner tras el conflicto del campo. “El PJ es el partido más inteligente de América”, dijo, al tiempo que señaló a dirigentes como Massa y Urtubey como los rostros de la renovación con los que el peronismo se presentará como alternativa política en el futuro, ya que el tiempo de liderazgo de Cristina Kirchner “está terminado”.
¿Cuál es el panorama en el Congreso?
En el bloque Cambiemos somos casi noventa diputados y el quórum es 129, así que tenemos que alcanzar la cifra para redondearlo. Por supuesto que la única forma de lograrlo es con acuerdos con otros bloques. El bloque del Frente Renovador es el otro bloque más importante fuera del Frente para la Victoria, que tiene 30 o 31 diputados, con el cual estamos teniendo un trabajo conjunto en pos de la gobernabilidad, producto de un acuerdo con Mauricio Macri al que se llegó después de que el presidente ganó las elecciones, para apoyar al presidente desde el inicio de su gestión y por supuesto que ese acuerdo se refleja en el Parlamento. Junto al Frente Renovador y otras fuerzas estamos consiguiendo quorum.La semana pasada ocurrió un hecho importante que se va a reflejar en el recinto, que es una escisión del Frente para la Victoria, es un bloque peronista que en poco tiempo va alcanzar los 20 diputados nacionales y es otro bloque que ha manifestado su compromiso con la gobernabilidad.
Para las necesidades que tienen ustedes, sobre todo a partir de marzo, ¿de qué manera podría ilustrar esto de la gobernabilidad?, porque… a ver… tenemos que Sergio Massa fue invitado a Davos, ayudó a destrabar el tema del presupuesto para la Provincia de Buenos Aires…
La invitación a Davos no es un hecho menor. Han cambiado las formas respecto del gobierno anterior, y no nos olvidemos de la primera reunión con los gobernadores que tuvo el presidente Macri en Olivos.
Sí, pero algunos gobernadores se quejaron porque envían más recursos a unas provincias y a otras menos…
Sí… pero en realidad se quejaron con alguna razón dentro del vértigo de un gobierno que inicia, que en muchos casos va privilegiando las cosas urgentes, pero inmediatamente se zanjaron esas discusiones y hoy estamos en un diálogo permanente. Hoy viajamos a San Juan, estuvimos en Jujuy, en Tucumán. Estas actitudes generan confianza en actores políticos que no son del mismo espacio. Y esas actitudes están dadas por las formas y por el común denominador: la gobernabilidad tanto de las provincias con sus gobernadores y la del país con el presidente de la Nación.En el recinto se refleja claramente con los diputados que tienen alguna responsabilidad con la nación o con el gobernador de la provincia que representa. Y la gobernabilidad se va a dar en las leyes que reflejen esa responsabilidad.
Después tenemos un núcleo mucho más duro que es el grupo de La Cámpora que representa directamente a la ex presidenta de la Nación, que es lo que provoca en el justicialismo y su bloque una escisión cuya raíz tiene que ver dónde se legitiman, y pienso que cada vez menos se va a legitimar menos en la ex presidenta y cada vez más en su gobernador y la provincia a la que representa.
El bloque kirchnerista es numéricamente muy importante…
Sí, pero hay una diferencia cualitativa en el Senado, que representa más el sistema federal. El senador tiene mucha responsabilidad sobre la provincia que representa e históricamente ha sido una cámara que apunta a la gobernabilidad. En la Cámara de Diputados hay diputados que tienen una posición mucho más abstracta, sin responsabilidad respecto a la gestión. Y en los números en la Cámara de Diputados podemos conseguir los 130 del quorum mediante acuerdos, pero en el Senado sin el apoyo del Partido Justicialista no podemos. Esta es la diferencia sustancial entre una cámara y la otra. En la Cámara de Diputados al Frente para la Victoria hoy le va a quedar más o menos 75 diputados nacionales, que es un bloque con mucha fuerza política, conducido por Cristina Kirchner.
¿Iniciaron un diálogo directo con el sector más rebelde del Frente para la Victoria –hablan con Diego Bossio- o esto se está macerando lentamente?
Hablo con todos, especialmente con los justicialistas no kirchneristas. Usted debe recordar que milité toda mi vida en el Partido Justicialista…
Hasta cuándo…
Tuve un problema con Néstor y Cristina Kirchner a partir del 2009 con el conflicto con el campo cuando era ministro de Agricultura de la provincia de Buenos Aires. Hasta ahí milité toda mi vida en el PJ, fui concejal e intendente de Carlos Tejedor, fui diputado provincial, hice casi toda mi carrera política en el justicialismo y esto me permite un conocimiento geográfico de todos los sectores del Partido Justicialista, y una amistad, que la sigo teniendo con casi todos. Y me permite tener un diálogo mucho más fluido producto de esa militancia. Dialogo con todos, me cuesta más hacerlo con los sectores más ortodoxos del kirchnerismo, pero mi misión es consensuar…
Con Recalde, por ejemplo…
Sí, con Recalde, tengo dos denuncias penales en 20 días como presidente de la Cámara de Diputados, es muy difícil dialogar si la respuesta es una denuncia penal…
¿Lo conocía a Máximo Kirchner?
No.
¿Nunca tuvo un diálogo con él?
No, nunca lo vi, tampoco en el recinto el día de la jura, pero tengo respeto por él y por todos los actores que representan al kirchnerismo.
Y usted que hizo toda su carrera en el justicialismo, pero ahora está transitando por una vereda de enfrente… o paralela si se quiere… ¿cómo analiza esta realidad del justicialismo tras la derrota de noviembre?
El peronismo es un partido sumamente inteligente, con cuadros políticos acordes a la calificación, y es el partido de América que más evoluciona en las crisis.
Es un partido que no se cierra, es siempre abierto, legitimándose y observando a la sociedad permanentemente (es mi forma de ver y hacer política, la sigo llevando) Nosotros en el justicialismo respetamos al que lidera con los votos no al que es obsecuente del liderazgo de turno, y eso lo va a llevar en su presencia a evolucionar, a mostrar referentes políticos nuevos, a mostrar otras alternativas, otra forma de hacer política.
Creo que de las figuras de Sergio Massa, de Juan Manuel Urtubey, de muchos intendentes jóvenes que tienen hoy por primera vez la responsabilidad de administrar, va surgir una alternativa importante para la Argentina dentro del marco o del perfil peronista.
¿El tiempo del liderazgo de Cristina Kirchner está terminado o está empezando a terminar?
Creo que está terminado. Terminó.