¿Se viene el “José Urtubey Gobernador 2019”?
Primicias añejas: La sucesión de Urtubey.
Cuatro años pasan volando.
Aquello de “La Misma Sangre” de “El Tolo” más Cristina Fiore senadores nacionales no fue una delirata de Juan Manuel.
Lo que viene: José Urtubey prepara su desembarco en la política salteña: los detalles
El hermano del gobernador de Salta no descartó involucrarse en la vida política salteña.
Dejó de ser un rumor. El ex vicepresidente de la Unión Industrial Argentina (UIA) José Urtubey prepara su desembarco en la vida política salteña. El hermano del gobernador Juan Manuel Urtubey expresó en diálogo con El Acople que "hay que trabajar, no tanto por los cargos ni por las eventuales responsabilidades, pero sí por el bien común; hoy trabajo por los sectores productivos y las economías regionales".
Con relación a una posible participación en la política partidaria, el actual director de Celulosa Argentina indicó que “hay que trabajar por la Argentina y trabajaría en todo lo que fuera para lograr el bien común; desde ya que lo haría".
No son pocos los que consideran a José Urtubey como un potencial candidato a pelear por la gobernación en el año 2019.
(Fuente: www.quepasasalta.com) (El Acople es un programa periodístico que conduce la colega Natalia Nieto en este ciclo 2016 por la onda de 89.9, la radio de Martín Grande)
Por estas horas, y como si hubiesen descubierto la pólvora, algunos jóvenes colegas hurgaron las cajas tipográficas con cuerpo para anunciar catástrofes para alertar a los salteños en particular que nuestro gobernador, el Bello Otero, al decir del talentoso Jorge Asís, sobre algo que en realidad Juan Manuel Urtubey tiene in pectore desde el primer día de su triunfo sobre su ex amigo y padrino Juan Carlos Romero, allá por el 2007: Que el poder no sea una cosa efímera y que algún día (que era ya como decir después de tres mandatos igual que su antecesor) el que lo herede sea “de la misma sangre”.
Eran los primeros instantes de la victoria del frente donde el Partido Renovador con bandera de remate y con Andrés Zottos a la cabeza se tragó la píldora peronista/urtubeísta que con esa alianza ganaba cuanto menos un 33 % de la torta del poder. Similar anzuelo al que se tragaron con boya reel, caña, señuelo y todo los del Partido Para la Victoria, kirchneristas verdaderos y fundacionales ellos sí, que en la primera repartija ligaron algún ministerio lejos de la caja y un par de sellos de cargos de tercer orden y otras chamuchinas.
Un poquito, pero muy poquito superior a las migajas destinadas en aquellos momentos de abrazos y brindis a los de “Libres del Sur”, la siempre resignada “ala izquierda” del derechista Urtubey y sus muchachos. Sin olvidar a los ilusionados de Agrupaciones como “La Evita” también incautos socios de la gesta antiromerista del 2007… y otros grupos parejos en sus cortos padrones.
Corrieron los meses y el par de ministros del “reparto societario” inicial también fueron corridos. Ya no los invitaban ni siquiera a las reuniones de gabinete cuyo rasgo obligatorio fue como lo sigue siendo hoy en un tercer mandato el de asistir para asentir sin la menor posibilidad de levantar no hablemos de una voz crítica. Ni un susurro que contradiga al capitán del barco que sin falsa retórica los notificó en aquel fantástico discurso en la reunión de funcionarios en el Hotel Termas de Rosario de la Frontera que él era un iluminado por su Dios y que con la guía de un espíritu santo personal y exclusivo era el único indiscutible e indiscutido. Amén de haberles grabado a fuego que su ejemplo estaba testimoniado en haberlo sacrificado todo. Todo. Pero lo que se dice todo en lo personal se sobreentendió.
Fueron los tiempos del romance con los Renovadores en Liquidación en los que Andrés Zottos logró sostener un negocio cuasi personal de dos mandatos como vicegobernador aunque con un papel muy secundario en lo que hace a la política. Pero eso sí, hiper activo en el acompañamiento de procesiones. Materia en la que sin duda será difícil que en el universo alguien le dispute el récord. Salvo, claro está, algunos obispos y curas dueños y guías de esas marchas de las feligresías.
Y cómo habrá sido la ilusión de los renovadores en remate de aquel 2007 y 2011 que llegaron a calificar (Palabras del propio Zottos) que lo suyo, era como una especie de matrimonio ideal y de muy buen llevar con los peronistas de Juan Manuel.
Historia o más bien historieta que el propio Urtubey se encargó de sepultar sin anestesia ni pompa cuando decidió para su tercer mandato retirar el féretro de Zottos del nicho de la vice gobernación –valga la figura- para destinárselo a alguien a quien quería congelar como lo hizo con aquel PRS residual pero que esta vez se trataba de un peronista cabal: Miguel Isa. Para colmo del espanto de los juanmanuelistas puros, de paladar negro, un campesino pobre de la Colonia Santa Rosa… ¡Y confeso romerista de nacimiento…!
Un Miguel Isa que cuando algunos no imaginaban que el alumno iba a imitar a su ex maestro en el grave error de un tercer mandato, con inteligencia había acertado proclamarse aspirante a la sucesión de Juan Manuel Urtubey aprovechando su reconocida popularidad en la Capital, con muchas posibilidades en aquellos momentos de proyectarla a toda la geografía provinciana.
Hoy, Miguel Isa es el sucesor de Andrés Zottos después que, para neutralizarlo de aquel proyecto de una interna partidaria, Urtubey lo proclamara sin ruborizarse pero con enorme desconfianza de no sólo los “isistas” o “miguelistas” sino de peronistas y no peronistas como “¡Mi hermano Miguel…!
Hasta el más desinformado en política y sus urdimbres y enredos sabía que ese “¡Mi Hermano Miguel!” era el equivalente versión 2014 de aquel tristemente célebre e histórico “¡Andá tranquilo hermanito!” que supo acuñar como altísima expresión de hipocresía el otrora poderoso ministro de economía y luego senador Nacional Emilio Marcelo Cantarero, hoy lamentablemente con un gravísimo problema de salud.
Como cuota de consuelo más que de esperanza, para muchos peronistas de veras queda la ilusión que Miguel Isa no siga el derrotero de procesiones y misachicos de Andrés Zottos, sino que vuelque su probada capacidad de trabajo y militancia a la gestión y a la política a favor del maltrecho PJ “U” y “K” de la última década estragada.
No le será fácil, y veamos por qué. Que es en realidad a donde apunta el sentido final de este comentario de hoy que necesariamente tenía que tener las referencias relatadas, para ser mejor entendida.
Lo de la misma sangre no fue un solo un slogan…
Que por estas horas algunos jóvenes colegas descubran que nuestro apuesto y conquistador gobernador (de votos y simpatías se sobreentiende) está pensando en repetir aquello de “la misma sangre” que sin que nadie se anime a contradecirlo le sirvió para ungir a su hermano “El Tolo” nada menos que como Senador Nacional (y mejor ni mencionar la de la renovadora-pps-isista-urtubeísta-kirchnerista-cristinista Cristina Fiore) es realmente desempolvar una primicia vieja, y aquí sí vale la contradicción lingüística.
Dicho esto porque José Urtubey ya es un as recontra fichado en la manga del gobernador Juan Manuel en este su apasionado juego del póker político que en rigor de la verdad y del deseo democrático debiera ser el ajedrez político. Pero la cuestión de esta decadencia y asalto a la política es harina de otro costal. Por hoy lo dejemos ahí.
Creer que José Urtubey está haciendo un curso acelerado de política o de peronismo es equivocarse de medio a medio. Su trayectoria como empresario y sustancialmente como dirigente empresario que estuvo a micrómetros de alcanzar la máxima conducción de la poderosa Unión Industrial Argentina está testimoniada en una dilatada carrera y trayectoria.
Y es precisamente de ese historial de donde se pueden actualizar hoy, para este comentario político sus propios pensamientos y palabras referidos a su visión de país y a este efecto de su provincia.
En ese paneo, que puede insumir ríos de tinta pues desde la UIA en su carácter de vicepresidente fue un referente constantemente consultado por el periodismo, resulta imposible dejar pasar por alto su fuerte identidad con el kirchnerismo de la ex presidente Cristina Fernández, cuya caída ante Mauricio Macri y el Frente Cambiemos era tanto para él como para su hermano gobernador de Salta, evidentemente un imposible.
El cachetazo de las urnas, que hoy ha consagrado con absoluta legitimidad la presidencia del PRO, los radicales, los peronistas disidentes y demás aliados opositores al kirchnerismo, no significó en modo alguno que José Urtubey pueda ser incluido en la lista de los fanáticos del Cristinismo como los Boudous, los Aníbal Fernández, los D´Elía, las Hebe Bonafini, las Milagro Salas, o los Kunkel ni mucho menos los Máximos Kirchner y La Cámpora.
Máxime teniendo en cuenta el giro brutal que esta vez jugando al ajedrez y no al póker –como debe ser en política- protagonizó y sigue protagonizando su hermano gobernador de Salta respecto al gobierno nacional y particularmente a la figura e investidura del presidente Macri.
No fueron pocas las oportunidades en que José Urtubey, a pesar de su “extranjería” o no residencia en la provincia dejó de manifestar su interés por los intereses del terruño y la región. Amén, como ya lo dijéramos en esta misma nota, los problemas de la macro economía argentina.
Si hoy José Urtubey tiene en su agenda para responder al periodismo temas como la discusión de una nueva Ley de Coparticipación Federal “con el objetivo de reconocer derechos postergados de los distritos y poner fin de esta manera a una situación dilatada durante más de veinte años…” no es porque su hermano gobernador le dijo ¡preparate José…. que se viene el 2019…!
Por el contrario, ello no hace más que confirmar que –de darse una eventual… absolutamente eventual, candidatura para suceder en la gobernación a su hermano, ni por lejos se parecería a la imposición de los senadores Tolo y Cristina Renovadora.
José Urtubey viene dando señales propias desde hace años. Y lo bien que hace porque si algo nos faltó para no caer en lo que caímos era inteligencia aplicada a la política. Al interés del conjunto. Al interés del país.
Así por ejemplo podemos mencionar de parte del probable postulante a suceder al hermano aquel comentario que tuvo fuerte repercusión periodística cuando la Corte Suprema de Justicia de la Nación falló a favor de las demandas incoadas contra el poder central sobre deudas acumuladas y jamás pagadas.
Allí hubo una voz de un salteño de apellido Urtubey pero no de nombre Juan Manuel reivindicando federalismo. Y lo hizo diciendo cosas como éstas:
El fallo de la Corte Suprema de la Nación no hace otra cosa que reconocer derechos adquiridos de muchas provincias argentinas y marca el camino para trabajar en una nueva ley de coparticipación… … Se hace impostergable saldar la cuenta pendiente del federalismo, que redundará en beneficio de las autonomías provinciales y beneficiará, entre otros sectores, a las economías regionales…. …El fallo de la Corte -en causas presentadas por Córdoba, San Luis y Santa Fe, que podrían ser replicadas por un importante número de distritos en los próximos meses- declaró "inconstitucional la deducción del 15% de la masa de impuestos coparticipables que realiza el Estado Nacional, sin el acuerdo de las provincias". En el fallo, el máximo tribunal emplazó además al Congreso a que discuta un nuevo régimen de Coparticipación Federal, que se encuentra pendiente desde la reforma de la Constitución Nacional de 1994...
Como se ve… el hasta aquí “no politizado” José Urtubey ya viene marchando con sones absolutamente políticos desde hace tiempo. Años.
Pero habrá que ver cómo la encara su hermano a la delicada cuestión de su sucesor.
Es de imaginar, para no romper la imagen antes de presentarla ante el conjunto de la sociedad, que el hermano José pretenderá llegar por los caminos de la democracia. En este caso, los primeros son los de los partidos políticos.
Para un Urtubey, naturalmente el Justicialista.
Claro está, esto imaginado siempre y cuando el peronismo salteño no se anime o logre liberarse de una conducción que lo saque del añejo cepo de sus congresos amañados, de sus listas hechas en Finca Las Costas o en el Pentágono del Grand Bourg o en alguna de las cuatro fincas donde retoza el poder frecuentemente, con cuatro jerarcas avenidos en millonarios, rendidos a los pies de un supuesto César iluminado.
Los amanuenses hoy hablan de lista consensuada… Del gobernador o de un nuevo engendro de “Comisión Política del Partido” con facultades de proponer, armar o desarmar listas y frentes y alianzas aunque sean espurias como las últimas.
Sería demasiado.
Más bien dicho será imposible porque hoy el país tiene otro clima.
Lo cambió la gente.
Su hartazgo.
Tal vez esa brisa corra por la sede de la calle Zuviría al 900, donde entre los que aún la visitan con añoranzas de tiempos pretéritos, o aunque fuere a partir de la reconquista de la democracia en 1983 sobreviven algunos con ideas de internas sin trapisondas.
Casi una quimera si con frialdad esos mismos peronistas empiezan a repasar las nóminas de los que hoy ya piensan en “anotarse” para el 2019 y cuya historia –por reciente- es más que conocida. Y no precisamente, en la generalidad de los casos, reconocida.
Y para calmar las reacciones mejor rematemos la nota diciendo que siempre hay excepciones.
Y decir esto no es consuelo de zonzos.
Por el contrario, es proclamar que hay esperanzas.
Es razonar que si bien es una lastimosa verdad que éste no es el país soñado en los tiempos de las resistencias a los dictadores y genocidas, no por ello se dejará jamás de soñar en ése país soñado.
Para ello la política tendrá que dejar de ser un póker entre fulleros…
Y será un ajedrez.
¡Vaya diferencia!