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Peronismo en ebullición


No gustó para nada el abrazo parrillero de Massa - Sáenz con Urtubey

Dispuesto a recuperar el poder, el PJ le pone color y calor a este Enero en su vida partidaria.

Desde distintos sectores internos, sus dirigentes han comenzado a movilizarse con miras a la elección interna que se debe llevar adelante en Abril de este 2016, por eso ya empezaron a intentar atar alianzas con la idea de posicionarse de la mejor manera posible para lo que será el proceso electoral intestinal, post kirchnerismo.

Uno de los protagonistas centrales de este tiempo, es sin dudas el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, quien fue una especie de adelantado por cuanto fue el primero en hablar, públicamente, de la necesidad de dejar atrás los doce años de Néstor y Cristina Kirchner y traer al peronismo “nuevos aires” a fin de oxigenarlo y exhibirlo como una alternativa válida para la sociedad argentina en 2017, primeramente, cuando se den las elecciones nacionales de renovación legislativa.

Para eso, convocó a reuniones, privadas y públicas, a gobernadores, legisladores y dirigentes de toda laya de su partido, con el fin de plantear su idea de dotar al viejo PJ de una concepción moderna, tolerante, democrática y por sobre todo que deje atrás el “fundamentalismo” con el que se manejan organizaciones kirchneristas, como La Cámpora y otras, que según su visión, terminan espantando a buena parte de la sociedad que mayoritariamente eligió a Mauricio Macri y Cambiemos para que gobierne el país, hastiado ya del estilo K que se caracterizó por ser autoritario, corrupto e ineficiente.

Por eso, hace poco más de una semana, Urtubey, en una jugada que fue comentada dentro y fuera del peronismo y asado de por medio, se reunió en Pinamar con su amigo, Sergio Massa, conductor de UNA; Diego Bossio,dirigente por ahora al menos del cristinismo, y el intendente de Salta Capital y teóricamente, su principal adversario político en la provincia, Gustavo Sáenz, para hablar justamente de la necesidad de recrear un nuevo peronismo a partir de Abril.

El encuentro, como no podía ser de otra manera, generó los más variados conceptos, unos a favor, otros en contra, pero dejó en evidencia, para el resto de los dirigentes peruquianos, que aquí “cocodrilo que se duerme es cartera” y los obligó a salir de sus letargos veraniegos y comenzar a mover sus fichas.

En Salta, particularmente, la reunión gastronómica y política provocó que no pocos, sobre todo los capitalinos, reprocharan el encuentro con el siguiente argumento: “No me gustó verlo a Gustavo (Sáenz) al lado de Urtubey. Entiendo que debe haber buena relación entre ellos desde lo institucional pero esto es política, y nosotros, los “gustavistas”, queremos enfrentarlo a Juan Manuel (Urtubey). No nos gustó verlo allí a Gustavo y a Massa (Sergio) junto con Urtubey porqué sabemos que más temprano que tarde, tendremos que pelear contra él en la provincia. El gobernador representa un peronismo y nosotros a otro, por eso me molestó verlos juntos como si seríamos la misma cosa. Algunos compañeros me decían que para qué habíamos luchado contra el PJ en la provincia si igual terminaríamos. No sé qué hacía allí Massa, pero especialmente Gustavo”, fue el comentario cargado de política que dejó un dirigente que trabajó a destajo para que finalmente Sáenz se convierta en el jefe político de la principal ciudad de la provincia.

Ese hecho, ya adelanta que el escenario provincial peronista, para los tiempos mediatos que llegan, será muy interesante para analizarlo por estos componentes que, de a poco, comienzan a ganar la luz.

Urtubey hasta ahora, y según algunos medios políticos nacionales, tiene una buena ascendencia sobre buena parte de sus colegas gobernadores, lo que le ha permitido, de acuerdo a estas fuentes, contar con más de veinticinco legisladores nacionales que le responderían tanto en diputados como en senadores.

Si bien eso se podrá comprobar en los hechos recién cuando comiencen las sesiones del Parlamento, si se puede vislumbrar, en tanto, que su movida es seguida con atención, sobre todo, por la joven dirigencia peronista que reniega del estilo y K y ve en Urtubey al dirigente político del futuro.

A fin de solidificar su tarea, el gobernador ha creado su propia tropa de“think tank” (tanques de ideas), compuesta por varios dirigentes que se quedaron sin funciones en su gobierno y que tienen como bunker, o base de operaciones, el cuarto piso de la Casa de Salta en Buenos Aires.

Allí convergen un heterogéneo número de “entusiastas desocupados”, como los llaman algunos, que se han mostrado dispuestos a llevar, en base a sus alquimias políticas, a su líder y conductor a la presidencia partidaria.

A ellos se suma otro grupo de dirigentes sindicales jóvenes, que comparten la idea de dar batalla por la conducción del peronismo a nivel nacional con Urtubey como mascarón de proa.

Desde allí, en su visión más optimista, Urtubey espera que esos “elegidos” arrimen voluntades y sumen a su objetivo que es, al menos por estos tiempos, presidir el PJ a nivel nacional, primero, para luego, y ya en 2019, presentarse como una opción pejotiana a la continuidad de Mauricio Macri.

Si bien esto es lo que aparece hasta ahora, desde el urtubeycismo, otros referentes, como Jorge Milton Capitanich, “El Coqui”, también mueve el tablero con la misma pretensión para lo cual teje con los intendentes un posible acuerdo que lo arrime a la meta.

En tanto, y desde el cristinismo, sus “talibanes” descalifican a más no poder la figura del mandatario salteño.

Lo menos que le dicen es “traidor” porque consideran que entregó, mansamente, una parte del peronismo al presidente Macri.

Máximo Kirchner; Andrés el “Cuervo” Larroque y otros, son los que llevan la voz cantante en los ataques.

Convencidos que la conductora “natural” del peronismo es Cristina Kirchner, dejan en claro que cualquiera que no esté alineado allí no es “peronista”, sino sólo un grupo funcional al macrismo, su enemigo total.

Así las cosas, hasta el momento habría tres líneas entonces, intentando subir al podio: el cristinismo, el “coquismo” y el urtubeycismo, pero habrá que ver si surgen otras.

A todo esto y en medio de los acomodamientos, bien vale preguntarse si en verdad Sergio Massa, y por ende Gustavo Sáenz, están dispuestos a renunciar al espacio político que construyeron y que cosechó más de cinco millones de votos en la pasada elección presidencial, para retornar al peronismo.

Quienes dicen hablar de manera permanente con el diputado nacional de Tigre, aseguran que por ahora ese conglomerado tiene amplias coincidencias con Urtubey respecto a su posición ante el gobierno nacional de Macri y por eso caminan juntos, pero que en términos políticos seguirán con su labor por afuera del tinglado peronista.

Si esto finalmente ocurre, es posible pensar que Sáenz, el jefe comunal salteño, seguirá en la construcción del massismo no sólo en su provincia sino también en la región, apuntando, tal como dicen muchos de ese sector político, para poner a Sergio Massa como un presidenciable apetecible dentro de cuatro años.

“Sergio (Massa) no hizo tamaño esfuerzo en este tiempo para caer enredado en la siempre complicada interna del PJ. Nosotros seguiremos afianzando y haciendo crecer al Frente Renovador y a UNA y en ese contexto la figura de Gustavo (Sáenz) es importante”, aseguró una diputada nacional y además una de sus principales dirigentes a nivel nacional.

El macrismo, en tanto, mira con atención lo que pasa en la vereda de enfrente.

Por ahora, le gusta lo que ve; es decir, un peronismo atomizado que le hace muy bien a sus intereses.

“El peor pecado que puede cometer un peronista que se precie como tal es estar lejos del poder. La primera obligación de un compañero es tener el poder por eso, más allá de algunas diferencias, seguro que antes de la elección interna todos los sectores del peronismo no cristinista se unirán con Urtubey (Juan Manuel) a la cabeza. Aquí los enemigos verdaderos son Cristina y su runfla de mesiánicos golpistas que sueñan que el gobierno de Macri vuele por los aires. Nosotros no lo vamos a permitir y los vamos a alejar para siempre de la política a esta sarta de vagos y oportunistas. Cristina y el Frente para la Victoria, como dijo Juan (Urtubey) ya son historia. El que no entienda eso, está mirando otra cosa y no lo que viene y lo que viene, te lo firmó ya, es Juan Manuel Urtubey”, fue la segura reflexión de un funcionario de “planta permanente” en Finca Las Costas, la residencia del gobernador.

No falta mucho. Abril está muy cerca, por eso en este verano, la política no se toma vacaciones. El próximo encuentro del grupo U será a ritmo de cuarteto en la villa cordobesa de Carlos Paz. Allí, los anfitriones serán José Manuel de la Sota y el gobernador Juan Schiaretti.

Si se suman al espacio, se empezará a consolidar en serio, aunque si eso pasa surge la pregunta: ¿De la Sota, renunciará a su pretensión de conducir el PJ en favor de Urtubey?

Lindo interrogante ¿no?, cierto, pero esa ya es otra historia.


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