Libres del Sur: La izquierda derechista de Urtubey
Morello se suma al gabinete del gobierno, deslumbrado por la figura de Juan Manuel
Con bombos y platillos, y fogoneada “off the récord” desde los ámbitos gubernamentales mostrando cual trofeo en una bandeja de plata la testa conocida del dirigente de Libres del Sur en Salta, Carlos Morello, se confirmó por estas horas que el supuesto referente de la izquierda vernácula seguirá gozando de las mieles del presupuesto con un cargo relevante en los ámbitos del Ministerio de Gobierno, seguramente teniendo en cuenta sus capacidades políticas y sustancialmente los fundamentos filosóficos de todo revolucionario nacional y popular. Y por qué no, internacional, en razón de la universalidad del ideario socialista, marxista leninista, maoísta, castrista, chavista, etcétera que sirve de nutriente a los movimientos de izquierda de cualquier latitud del globo.

Por cierto que este resurgimiento de la figura estelar de Morello en la marquesina para nada luminosa de los funcionarios a los que acaba de zamarrear el gobernador Juan Manuel Urtubey pidiéndoles como una nueva y original exigencia después de ocho años de tenerlos de claque permanente –y otros menesteres no tan ingenuos- que sean patriotas, no resulta para nada novedosa.
Desde el afortunado tiro de taba de Urtubey del 2007 con el que le propinó el primer nocaut a su ex amigo, padrino y promotor Juan Carlos Romero la particular versión conservadora de Libres del Sur made in Salta tuvo sus becarios en cargos importantes pero que poco tiempo le duraron por el obvio empuje despreciativo de los verdaderos urtubeístas, aquellos de paladar negro a los que el menor atisbo de izquierdismo les produce fortísimas urticarias. Cuestión de piel. O más bien de pelaje.
Así las cosas, en poco tiempo la depuración ideológica por entonces fervorosamente Kirchnerista / Urtubeísta dejó en pampa y la vía a algún par de Libres del Sur que habían creído ser parte del nuevo poder provinciano.
Un patético ejemplo de esa limpieza étnica –valga la figura- se produjo en el ámbito de los derechos humanos, desde donde un valioso dirigente de Libres del Sur como Gustavo Farquanson tuvo que montar el picazo para refugiarse en algún Instituto privado de investigación de la pobreza y la marginalidad endémica de Salta, que seguramente no le importaba tanto a su partido cuando ocupaba despachos oficiales. Ahora, y desde entonces, periódicamente desnudan la verdad de esta Salta para nada La Justa prometida y cumplida únicamente en un slogan de campaña electoral.
Eso sí, quien no tuvo que marchar hacia el exilio fue Carlos Morello, siempre cobijado ya personalmente o con algunos vínculos familiares por la calidez de las partidas presupuestarias.
Hoy queda plenamente confirmado el concubinato de Libres del Sur con el poder que empieza a transitar su tercer mandato consecutivo, con el anuncio oficial de la designación del peculiar izquierdista provinciano bajo las órdenes del ministro político de Urtubey, el ratificado en el cargo empresario periodístico Juan Pablo Juampi Rodríguez.
La información difundida en la página web de “Movileros Salta” destaca, a modo de obvio justificativo de la relevancia de la designación que el máximo referente de Libres del Sur en Salta que fue el propio Morello quien manifestó que mantuvo una reunión con el ministro de gobierno Juan Pablo Rodríguez, “en donde charló sobre la posibilidad de incorporarse al Ministerio de Gobierno”.
Morello manifestó –prosigue el informe de Movileros Salta- “que busca colaborar con el gobernador Urtubey durante su tercer mandato, ya que ve a un hombre con ambiciones políticas buenas e intactas y con muchas posibilidades de ser presidente de la Argentina en los próximos cuatro años…”
Sin duda un contundente razonamiento político, pero sustancialmente afianzado en coincidencias programáticas sobre las que históricamente la izquierda argentina e internacional siempre sustentó sus programas, proyectos de país y naturalmente sus acuerdos.
Para beneplácito del conjunto de la sociedad salteña la noticia periodística confirma que “su incorporación se definirá antes de fin de año… y que en cuanto al área de trabajo Morello expresó su inclinación por el Ministerio de Gobierno, como Coordinador, junto al titular de esa cartera, Juan Pablo Rodríguez.”
Pero como con exagerada frecuencia suele ocurrir en la Viña del Señor de la Política lo que menos abundan son uvas, la memoria del cronista torna inevitable hacer referencia a los antecedentes que jalonan la rica historia de un movimiento político que, como Libres del Sur, tiene raíces y un historial evidentemente más rico que esta triste, vacía y por qué no decirlo, mercenaria versión lugareña.
De las páginas de esa historia de Libres del Sur Nacional –que son incontables y a cual más provechosa para el análisis con pertenencia o no a ese ideario- viene al caso hoy un comentario del dirigente Humberto Tumini escrito el pasado mes de octubre, cuando en las primarias del día 25, Mauricio Macri cruzaba un alfil que a la postre, tras el histórico balotaje frente al candidato de teflón de Cristina Kirchner, Daniel Scioli, le significará la honra de ser consagrado Presidente de los Argentinos.
De la lectura propuesta surge con contundencia de irrebatible el porqué diferenciar Libres del Sur como movimiento nacional, que Libres del Sur como un mero sello de goma para pervertir la política negociando despojada de sus valores esenciales morales y éticos.
Veamos esa opinión del referente nacional de Libres del Sur, de quien, para su mejor conocimiento apreciado lector, también le ofreceremos una sintética crónica de su trayectoria. (Ver: ¿Quién es Humberto Tumini?)
Esta es la nota cuyo título ya indica el tono y su objetivo político:
“Los kirchneristas le abrieron nomás la puerta a la derecha”…
“El domingo 25 de octubre pasado Macri, ocupado principalmente -aunque no únicamente- en el triunfo de María Eugenia Vidal en la provincia de Buenos Aires, alcanzó la línea de Daniel Scioli en las elecciones presidenciales de primera vuelta. “Caballo que alcanza, ganar quiere” reza un refrán burrero. Difícil, muy difícil, casi imposible, que el PRO y sus aliados no se instalen en la Rosada a partir del próximo 10 de diciembre.
¿Por qué sucedió esto, de que un gobierno de relato progresista, nacional y popular, supuestamente exitoso, le termina abriendo la puerta para conducir el país a un dirigente y a un partido, claramente continuadores de una derecha argentina que nunca fue mayoría desde 1930 en adelante?
Esto ya se venía venir allá por el 2008. Aunque se haya demorado algún tiempo más de lo que era previsible, por la habilidad de retener poder que evidenciaron los K. Cuando Kirchner decidió ir, con Cristina ya de presidenta, de conductor del PJ, demostró que no venía realmente con un proyecto de cambio profundo, sustentable, del país. Al no producir esto la administración K, pero si mantener el discurso, el relato de que lo harían, terminaron empujando a una parte cada vez grande de la sociedad a desconfiar del modelo “nacional y popular” y a prestarle cada vez mas oídos a los cantos de sirena que venían desde la derecha. El contundente triunfo del 2011 fue solo un espejismo, logrado con el aprovechamiento a full de una nueva situación económica favorable pero produciendo paralelamente un macro economicidio económico, que a los pocos meses empezaron -empezamos- a pagar.
Para ponerlo más en el terreno de lo concreto a esto que decimos más arriba: el kirchnerismo tomó una serie de medidas, particularmente en el primer mandato de Néstor, algunas por convicción otras por necesidad u oportunismo, que lo situaron como un gobierno progresista. La derogación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, el cambio de la Corte Suprema menemista, el canje de la deuda, el rechazo al ALCA, las apuestas a las alianzas en la región y al distanciamiento con los EEUU, producir la derrota del duhaldismo en el 2005, la nacionalización de las AFJP, la creación -aunque tardía- de la Asignación Universal por Hijo, la aprobación de una nueva ley de medios, entre otras.
Sin embargo no produjo otras modificaciones, en definitiva determinantes para el rumbo nacional en el mediano y largo plazo plazo. En lo económico, área fundamental, podemos mencionar mantener hasta que el agua les llego al cuello por el retroceso de la producción y reservas, la política petrolera menemista; no modificar la ley de entidades financieras de Martínez de Hoz que es una losa para el crédito productivo e hipotecario; incrementar hasta recientemente el desmantelamiento del sistema ferroviario por su acuerdo con las automotrices; conservar en lo esencial un sistema impositivo regresivo donde más pagan los que menos tienen. También permitir que se mantuviera e incrementara el proceso de concentración y extranjerización de la economía, el avance a nivel de saqueo de la megaminería, como la enorme sojización del campo.
Todo ello llevó a que, cuando el viento de cola de la economía mundial comenzó a soplar más despacio, emergiera a la superficie la realidad concreta de que no había habido cambios de fondo en la estructura económica del país del 2003 en adelante. Así reapareció la inflación, producto de lo concentrado de la oferta y la falta de incremento de la misma por déficit de inversión, ante el crecimiento del consumo. La respuesta al aumento de los precios fue bien ortodoxa, a lo Cavallo retrasaron el tipo de cambio. Allí se pavimentó el camino al regreso del gran problema histórico de nuestra economía: la restricción externa. Que entró en luces rojas, al calor del empeoramiento de la situación internacional para nosotros en este último período. Todo esto que mencionamos, respecto de lo que en definitiva hicieron -y no hicieron- en el terreno económico, implicó entre otras cosas que el país estuviera -de hecho- estancado los últimos cuatro años.
Ni que hablar de lo que hizo el kirchnerismo en otros ámbitos muy caros a cualquier propuesta seriamente progresista. En el terreno de los derechos humanos, no solo aprobó una ley antiterrorista que hubiera hecho poner colorado a Aldo Rico, sino que además llevó adelante una malvada política de cooptación por dinero de organismos y dirigentes; lo que permitió luego decir a Macri que los derechos humanos eran un “curro” y que mucha gente compartiera con él eso.
Con el argumento de derrotar a Clarín, destrozaron el contenido democrático y plural de la ley de medios, haciendo un monopolio kirchnerista con los recursos públicos. Tan agresivo y excluyente como los que se venían a desmontar. En el terreno político, no solo se apoyaron en el PJ más que nunca, sino que además instalaron que el que no pensaba como ellos era un traidor a la patria y funcional a la derecha. Mientras que eran próceres los que se sumaban a ellos, aunque algunos fueran de la peor basura política que generó este país. Hicieron uso y abuso de los recursos públicos para ponerlos a su servicio, entre ellos a los aparatos de inteligencia. Ni que hablar de los niveles de corrupción que desplegaron en la función pública, de la familia presidencial para abajo, que dejaron a Carlos Saúl como inexperto nene de pecho.
Todo esto que finalmente sucedió ya se venía venir, más allá del verso del discurso y las justificaciones, a finales del 2008, luego de la derrota de la 125. Es por ello que Libres del Sur, alertado al respecto, se va del gobierno y le retira el apoyo al gobierno de Cristina Kirchner. Planteamos en ese entonces que, por ese rumbo, era inevitable que la salida -antes o después- del kirchnerismo fuera por derecha. Salvo que pudiéramos gestar una opción progresista en serio, potente, que le diera otro posible curso a la sociedad.
Una opción de salida progresista
Dentro de nuestras posibilidades, de ese entonces a la fecha, trabajamos para ello. Hicimos primero un acuerdo con el partido político de Martín Sabbatella en las elecciones del 2009 para enfrentar a Néstor Kirchner en la provincia de Buenos Aires. Como se sabe, el ex presidente perdió esos comicios, pero Sabbatella se nos borocotizó ahí nomás, frenando así la constitución de un frente de centroizquierda fuerte.
Insistimos en el camino y para el 2011 formamos el FAP y lo llevamos a Hermes Binner de candidato presidencial. Frente a un kirchnerismo que, con muchos recursos económicos y el aprovechamiento político de la muerte de Néstor había retomado vigor, salimos segundos con el 17% de los votos. Pusimos así un importante mojón para intentar que fuera el progresismo la salida en el 2015 y no la derecha de adentro o de afuera de los K.
Profundizamos ese rumbo en los comicios del 2013, acordando con el radicalismo en 16 distritos. Cinco millones y medio de sufragios obtuvimos, casi el 25% del total nacional. Mientras que el gobierno descendía del 54% al 30% respecto de dos años atrás y era derrotado por Massa en la estratégica provincia de Buenos Aires. Asomaba ahí, en ese triunfo del intendente de Tigre, que la salida podía venir nomás por la derecha; pero allí estábamos las fuerzas progresistas para intentar impedirlo.
La creación posterior de UNEN fue la continuidad lógica y potente del intento de darle una salida por centro izquierda, moderada, pero centro izquierda al fin, al final del kirchnerismo. El establishment vernáculo tomó nota de ello y nos operó por líneas interiores para destruirnos. Carrió y un sector del radicalismo encabezado por Ernesto Sanz, fueron los instrumentos para ello. Con varios granos de arena aportados también por los K que, con su agresividad hacia UNEN y en particular a los sectores mas consecuentes de dicho frente como Libres del Sur, el GEN y los socialistas, aportaron a los objetivos de la derecha de romperlo.
Se quebró nomás UNEN, la derecha tuvo éxito en su empeño y destruyó la única opción que les complicaba la estrategia. Sumó al mismo tiempo territorio a la suya vía Unión Cívica Radical; partido en que fueron duramente subordinados los sectores que se opusieron a ser furgones de cola del PRO. El kirchnerismo, particularmente el más “progre” que se dedicó en esto al trabajo sucio (recordemos el “narcosocialismo” de Larroque), le hizo gran favor a quienes con seguridad serán ahora sus sepultureros.Justo es decir también que a esta batalla contra la derecha y sus caballos de Troya en UNEN, la perdimos en parte las fuerzas progresistas por debilidades en nuestras propias filas. Así como Sabbatella, dirigente salido de las filas progresistas, se nos vendió al kirchnerismo allá por el 2009, en UNEN tuvimos nuevamente serios problemas. Una porción de los dirigentes que tendrían que haber visto que se venía muy fuerte el planteo promovido por Carrió y compañía, de ir con Macri (nosotros los alertamos muy tempranamente de ello), no lo percibieron o fueron muy débiles en la respuesta al mismo. Terminaron siendo así la expresión de una centroizquierda timorata, débil, sin convicción para disputar poder político. No alcanzaba con que Libres del Sur y algunos más fuéramos firmes y saliéramos con los tapones de punta de entrada. Necesitábamos toda la fuerza política posible para derrotar la maniobra. No la tuvimos por debilidad política de una parte del progresismo de UNEN y la derecha nos derrotó. Debemos contemplar esto a futuro, a los Chacho Alvarez se los llevó la historia hace rato. El futuro inmediatoAsí las cosas, la nueva derecha argentina va a ganar el ballotage frente a un kirchnerismo que, como culminación de su relato, lleva un candidato también de cuño menemista.A ello cabe agregarle que, así como los conservadores se llevaron una parte del radicalismo y de otros partidos a la rastra para que les bancaran la infame década del ’30, ahora el PRO -todo indica- logrará lo mismo con la mayoría de la UCR.Mientras tanto el peronismo, dirigido por los mismos de siempre, no por los K, va a la oposición a lamerse las heridas y ver como sutura las profundas heridas que lo surcan para volver al ruedo. Tal como hizo luego de la derrota frente a Alfonsín en 1983.Entre ellos, la nueva derecha y el PJ, estamos nosotros, las fuerzas progresistas. Con todo un desafío por delante: reconstruir una organización decidida a pelear poder político en serio para hacer otra Argentina. Que no es ni la nación que terminaron gestando Néstor y Cristina Kirchner, ni esta que se propone hacer Macri que en muchas cosas nos hará recordar a la de los ’90.
Libres del Sur se va a poner ese sayo. Va a tomar esa responsabilidad y convocará a marchar tras aquel objetivo a todos aquellos que creen en un país independiente, soberano, con igualdad y justicia social, realmente federal, republicano y democrático. Patria donde, además, haya derechos para todos y todas.
Llamaremos a marchar juntos a los que tengan el coraje para pelear por ello y no se metan timoratos bajo la cama, como hicieron algunos cuando empezó el menemismo. No serán de la partida, de la nuestra al menos, los que quieran “aggiornarse” a los vientos derechosos que corren hoy por estos pagos. Ya sabemos de hace 200 años que para esos no son las grandes empresas.”
Humberto Tumini Secretario General del Movimiento Libres del Sur
¿Quién es Humberto Tumini?
Secretario General del Movimiento Libres del Sur
Nació en Córdoba, el 29 de octubre de 1949; está casado, tiene dos hijas y un hijo, dos nietas. Vive en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires desde 1988
Preso político durante la última dictadura militar, recuperó su libertad al iniciarse la democracia en 1983. En el año 1986 fundó en Córdoba la CUP (Corriente de Unidad Popular), agrupación identificada con la izquierda nacional. Durante 1987 fue director del periódico Electrum, del Sindicato de Luz y Fuerza de Córdoba, luego de que éste fuera recuperado por los seguidores de Agustín Tosco.
En noviembre de 1987 fundó la Corriente Patria Libre; ese mismo año, en su representación, formó parte de la Mesa Nacional del Frente Amplio de Liberación (FRAL) y de 1988 a 1990 fue parte de la Mesa Nacional de la alianza Izquierda Unida.
En 1990, en el Primer Congreso de la Corriente Patria Libre, fue elegido Secretario General, cargo para el que fue reelecto en el Segundo (1996), Tercer (2000) y Cuarto Congreso (2003) de dicha organización.
En las elecciones de 1995 fue candidato a Presidente de la Nación por la Corriente Patria Libre.
Desde 1997 hasta el año 2001 condujo el Frente de la Resistencia, y en este último año se incorporó a la Mesa Nacional del Polo Social -que tenía como su principal referente al padre Luis Farinello-, acompañando al escribano Antonio Cartañá en la lista de diputados nacionales por la Capital Federal para las elecciones legislativas de octubre de 2001.
Fue uno de los fundadores de Libres del Sur en abril del 2006, Movimiento que conduce desde ese entonces.
En el ámbito público se desempeñó el año 2007 como Subsecretario de Gestión Pública del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en la gestión de Jorge Telerman; y a nivel nacional en el año 2008, como Secretario Ejecutivo del Consejo Federal de Derechos Humanos, cargo al que renunció cuando Libres del Sur decidió alejarse del gobierno y del kirchnerismo, en diciembre de ese año.