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Fallo ejemplarizador de la Justicia salteña por la Libertad de Expresión

“(...) ORDENANDO a la Provincia de Salta que restaure la publicidad oficial otorgada a los medios periodísticos de los actores, “Semanario Nueva Propuesta” y al programa televisivo “Viaje de Pesca…”

(Del fallo judicial recaído en la demanda en defensa del derecho a la libertad de pensamiento y de expresión, planteada por el periodista Juan Guillermo Gonza, contra el Poder Ejecutivo provincial, el 22 de junio de 2015)

Señores: El bien jurídicamente protegido es la Libertad

En la respuesta que da el gobierno provincial a la demanda, luego de excusaciones del Juez provincial Marcelo Domínguez y de la CJS, y ante nueva presentación judicial de los periodistas demandantes, los apoderados del poder ejecutivo aducen que la pretensión de los amparistas es, entre otras cosas, “(...) exclusivamente patrimonial...”, etcétera. Mendaz manera de encubrir el agravio al verdadero derecho cuya protección se busca aplicar por vía de amparo: La Libertad de pensamiento y expresión. Eso nomás hubiera generado el inicio de otro contencioso administrativo por omisión de parte del Gobierno, de sus obligaciones en tal sentido, con el agravante de ejercer presión sobre los particulares en orden a la legítima defensa de los derechos humanos de incidencia colectiva, que tienen carácter difuso, como son los de la Libertad de Pensamiento, y de Expresión, consagrados por la Constitución Nacional, matriz del Estado Republicano, del cual el Ejecutivo es un poder administrador no sólo de los bienes materiales de todos (cosa no menos importante), pero fundamentalmente, con el mandato de custodiar el ejercicio pleno de los Derechos Humanos, y sumándole a ello su obligación de hacer públicos los actos de gobierno, pagando con el dinero que es de los contribuyentes de manera equitativa y sin entrar en valoraciones comercialistas cuando decide restringir, disciplinando a los periodistas cortándoles su expresión pública, eliminando la pauta publicitaria como en el caso del fallo que aquí se comenta.

En la República se respeta la Libertad

Así de simple es queridos paisanos que esto leen: Los circunstanciales ocupantes de un escritorio en el gobierno y la corte que de hecho se forma, obsecuente, aplaudidora y sorda y ciega frente al voto legítimo que los llevara a ocuparse del Pueblo, actúan de manera despótica cuando sienten amenazada su arbitraria majestad que, siendo republicana, ellos transforman en autocrática, autoritaria y contumaz (en la primera acepción que le otorga la RAE a este último término). De hecho, basta con escuchar desde el más alto ocupante de sitiales ejecutivos, hasta el minúsculo puntero venido a más (sí, ese que viene los días 29 a ver cómo anda la cosa y embolsillar su paga); basta escucharlos he dicho: “Nosotros, el Estado...” etcétera.

El Estado somos todos

Señores: El Estado es una construcción social colectiva de pleno y concreto Derecho, cuya médula es el Pueblo, que es quien, en definitiva delega funciones en instituciones llamadas Poderes; nadie, como los Luises de la Francia decadente del XVIII puede adjudicarse el famoso “L’Etat ces’t moi”, y obran en consecuencia de frente al Pueblo (con caradurez, se entiende) y de espaldas a la Constitución, en esto de conculcar derechos y lo que es peor, utilizar sus obligaciones constitucionales, como la de pagar una pauta para publicitar los actos de gobierno a los ciudadanos que tienen por oficio publicitar, pero también opinar, criticar y mantener soberanamente sus ideas y su libertad de pensar y expresarlas.

Con la República no se juega

La Democracia encuentra su sentido en aquella construcción social en la que priman los Derechos de todos, y que tiene la Bella forma de la República; en ella jamás debe considerarse la dicotomía Estado vs. Particulares, a no ser que haya algunos particulares que, de hecho, eliminen los derechos del resto por abuso de funciones delegadas con el voto.

No se juega, señores, insultando al pueblo en escritos rebuscados de operadores jurídicos que afirman alegremente que la demanda en defensa de un derecho humano y la denuncia de acción persecutoria y sancionatoria por parte del Gobierno al quitar la pauta, es un conjunto “...de meras excusas carentes de sustento fáctico”, como si la búsqueda de un amparo judicial concretamente centrado en “la Libertad de Pensamiento y Expresión”, según reza el clamor de la demanda que aquí se comenta, fuera un capricho. Vaya, vaya, vaya: Intentar defender un Derecho Humano, es un acto absurdamente abstracto, lo que nos lleva a pensar, en orden a las mismas palabras de los inicuos [RAE, 2ª acepción del término] abogados contestantes de parte del Gobierno, que se visualizan como grandes defensores de la institucionalidad, siendo sólo minúsculos intérpretes forzados de la equívoca voluntad totalitaria de aquel que los manda.

Pues así nomás es, Paisanos: El Estado somos todos, sin vuelta de hoja, y aquel que lo desconoce en sus actos, siendo mandatario popular, se convierte de hecho en un particular versus el Estado en su forma de República. Sin olvidar que es tan judiciable como cualquier viandante en uso de sus condiciones de ser humano responsable de sus actos.

El caso es que la Justicia, como soberano Poder independiente dentro de la República, ha fallado contundentemente para restaurar el Estado de Derecho, viciosamente golpeado por el gobierno provincial al quitar la pauta publicitaria obligatoria que le debe al Pueblo, en el caso de “Nueva Propuesta” y de “Viaje de Pesca”.

Es la República que tiene sus propios remedios, y los aplica.

Además, en el fallo comentado, hay una parte no menos importante, la segunda, que exhorta a la parte demandada, el gobierno provincial, “...a dictar una norma de carácter general, que regule las contrataciones de publicidad oficial (...) que garantice la libertad de prensa, contra actos que directamente o indirectamente puedan afectarla...”.

Y finaliza la Jueza Bibiana María Acuña, haciendo un toque a los legisladores, cuando determina en el fallo, que deberá remitirse copia del mismo para su conocimiento. Diputados y Senadores, teléfono.

A propósito ¿por qué hace por lo menos tres meses que no funciona la Legislatura como es debido? Esto será motivo de otro despacho del espabilao (aunque no lo crean) cronista que aquí opina.


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